Los quiteños ya hacen suyo el nuevo Parque Urbano Qmandá
Cientos de personas acudieron la mañana de ayer al Parque Urbano Qmandá, construido en el predio que funcionaba hace aproximadamente 4 años la antigua terminal terrestre capitalina.
El nuevo espacio público quiteño, de alrededor de 30.000 metros cuadrados, fue inaugurado oficialmente, a las 10:00, por el alcalde (e) Jorge Albán, luego de recorrer las instalaciones a las que describió como un lugar que unirá el arte, la cultura y el deporte.
“El parque no es solo para el Centro Histórico, sino para todo Quito”. Albán explicó que el sitio es de fácil acceso para los ciudadanos por los sistemas de transporte Trolebús, Ecovía y buses urbanos que circulan cerca del área.
Tras el acto protocolar, los visitantes conocieron las instalaciones interiores del parque con guías que mostraban el sitio. Este proceso se efectuará también hoy desde las 10:00 hasta las 19:00. El objetivo es que la ciudadanía conozca el lugar, las facilidades que da y en qué condiciones se encuentra.
Desde mañana, los habitantes de la ciudad podrán utilizar en su totalidad los alrededor de 17 servicios de los que dispone el espacio. Entre otros, el sitio cuenta con plazas exteriores, ágora verde, muro de escalada, ciclovía, ruta para caminata o trote, 7 piscinas, baños de cajón, área de gimnasio y área de ajedrez.
Los usuarios pueden ingresar gratuitamente a la mayoría de las actividades, mientras que para otras, como bailoterapia y el uso del gimnasio, las canchas (indor fútbol y ecuavóley), los baños de cajón y piscinas se pagan entre 1 dólar y 2 dólares. Para usar las instalaciones las personas pueden pagar en efectivo u obtener una tarjeta prepago con valores de 5, 10 y 20 dólares. Cada valor, según los administradores del parque, tienen bonos adicionales.
En la jornada de ayer, en la planta baja, hubo presentaciones artísticas con actos de malabaristas y acróbatas. También fue común observar a padres de familia que disfrutaban, con sus hijos, de las activivades lúdicas que incentivaban la lectura.
En el segundo piso, la bailoterapia y el gimnasio fueron las actividades más concurridas por los visitantes, quienes danzaron y entrenaron en las modernas máquinas.
Adriana Villagómez, habitante de Loma de Puengasí (suroriente), quien llegó con su esposo e hijos, afirmó que le pareció un lugar perfecto para disfrutar, sobre todo por los espacios destinados a los niños.
En cambio, la natación fue lo que más llamó la atención a Martha Narváez, moradora del mismo sector. “Vine con mi traje de baño de una vez”, comentó sonriente.
Para Elsa Tapia, habitante de Guajaló (sur), el parque será adecuado para desestrarse con la fisioterapia que beneficiará a las personas de la tercera edad.
La mayoría de visitantes afirmó que desde hacía tiempo era necesario un sitio con esas características en la zona y, además, escribieron palabras de agradecimiento en los muros, de la planta baja, que fueron preparados para ello.