Los buses recién llegados son más largos que algunas de las nuevas paradas
Los nuevos biarticulados no funcionan al 100%
Ayer comenzaron a circular en la ruta del Trolebús los 5 nuevos biarticulados llegados a Quito, de la anunciada flota de 80. Las unidades, sin embargo, tienen, al menos 4 deficiencias al momento de operar.
El problema se inicia cuando el usuario aborda el vehículo, sea en la estación La Y (al norte) o en la parada El Recreo (al sur).
Un funcionario municipal informa a través de los parlantes de las estaciones del arribo de los buses y los servicios con los que supuestamente cuentan.
Adentro, sin embargo, no está conectado el sistema de altavoces por lo que los conductores no pueden anticipar a los pasajeros el nombre de la siguiente parada. Algo que, paradójicamente, ocurre incluso en los ‘viejos troles’ que llevan 20 años de operación.
La situación confunde a algunos de los usuarios, quienes sin estar al tanto de los recorridos de las flamantes unidades, dudan de si estas circulan en el sistema normal (con detención en todas las paradas); semiexpreso (con paradas en algunas estaciones intermedias) o expreso (de viaje directo entre estación y estación sin detenciones).
Ayer, Teresa Alulema era una de ellas. La mujer preguntaba a varias personas dónde podía quedarse pues desconocía si el vehículo se detendría en todas las paradas.
Una de las comodidades que ha publicitado la Alcaldía es que los flamantes automotores contarán con servicio de Internet inalámbrico (wifi) gratuito.
Este sistema, no obstante, no estaba disponible ayer. Un chofer, quien pidió el anonimato, explicó a EL TELÉGRAFO que como son vehículos nuevos, todavía falta que se les adapten algunos servicios.
Anderson Díaz (17 años), estudiante del colegio Luis Napoleón Dillon, dijo sentirse desilusionado al comprobar que las nuevas máquinas no contaban con Internet. “Mi amigo y yo hicimos la prueba y no hay señal”, aseguró.
Tampoco se encontraba habilitado el sistema de aire acondicionado, algo que incomodó a los pasajeros debido al calor que soportó la ciudad la mañana de ayer.
Sandra Sarango se mostró satisfecha, en términos generales, por las unidades. Sin embargo, dijo no comprender porqué construyeron totalmente las antiguas paradas si los biarticulados parecen no acoplarse totalmente a las nuevas estructuras.
En las estaciones La Recoleta, Cumandá, Santo Domingo y San Blas (sentido sur-norte) no se utilizan las 5 puertas de acceso y descenso que tienen las unidades. Esto porque las estructuras son pequeñas respecto al largo de los automotores, por lo que usan solo las 3 puertas delanteras, obligando a los usuarios de la parte posterior a caminar hasta ellas.
César Rezabala, un manabita de 45 años, intentó bajarse en la parada Santo Domingo, en el centro, pero no lo pudo hacer. “Me ubiqué en la última puerta, pero nunca se abrió. Me tocó bajarme en la siguiente parada por la puerta 3”, protestó.
Guillermo Pinto, de 75 años, quien tiene parálisis del lado izquierdo de su cuerpo a causa de un accidente cerebrovascular, dijo, por su parte, que las nuevas unidades son cómodas para subir y bajar.
Pero pidió más control pues algunos usuarios no respetan a las personas que padecen de discapacidad.
Los conductores se acoplan
Los conductores que operan las unidades recibieron talleres. Un chofer entrevistado señaló que en la primera práctica sintió nervios debido al tamaño de las unidades. Añadió que ahora sabe que los nuevos buses deben ser girados a 3 metros de ancho, teniendo como referencia el tercer vagón.
Uno de los temores era que debido a la dimensión de las unidades, no pudieran girar en el centro. Sin embargo, en el recorrido realizado ayer en los vehículos no hubo mayores inconvenientes. Los biarticulados tampoco tuvieron problemas para superar las cuestas del recorrido. (I)
DATOS
Dentro de los buses existe publicidad móvil de los servicios que presta el Municipio como Salud al Paso. Además hay imágenes de los atractivos turísticos que tiene la capital.
En los próximos días está planificada la asignación de 3 biarticulados al circuito C5, que comprende desde la parada El Ejido hasta la Terminal Terrestre de Carcelén, y 2 al circuito que va desde El Recreo a Quitumbe.
En uno de los recorridos de ayer, el bus demoró -desde La Y hasta El Recreo- 42 minutos. En el centro, desde San Blas hasta La Recoleta lo efectuó en 12 minutos. El tiempo puede aumentar en horas pico.
El contrato de adquisición de estos cinco vehículos (luego se sumarán 75 más) fue adjudicado por parte del Municipio a la empresa Súperpolo, por un monto de
$ 33,1 millones.