Los moradores de Tumbaco piden más control sobre el comercio autónomo

Las tardes en la parroquia Tumbaco (al nororiente) tienen cierto encanto, sobre todo en verano cuando por las calles principales del sector recorre un viento tibio que abriga a los moradores.

El parque de la parroquia es uno de los espacios más antiguos del lugar y alberga árboles patrimoniales como algarrobos, guabos, etc. En esta época es común observar en este espacio a niños jugando y a personas de la tercera edad caminando y disfrutando de la tranquilidad de este espacio verde.

Hace más 10 años, el entorno de la parroquia tuvo un cambio drástico que, en gran parte, obedece al desarrollo urbanístico que ha vivido el sector. Aquel Tumbaco con aire rural se convirtió en un centro de comercio tanto legal como no regularizado.

Según la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio (ACDC), a inicios de 2014, se entregó un gran número de permisos a comerciantes autónomos, lo que agravó la situación e implicó que el comercio informal se tomara las calles centrales de la parroquia.

A partir de las 18:00, los vendedores colocan su mercancía en las veredas de calles Juan Montalvo, Eugenio Espejo, Guayaquil, Fray Gonzalo de Vera y Vicente Ramón Roca. Los comerciantes se apropian de unas 3 cuadras a la redonda.

Al igual que ocurre en los sectores como La Michelena (sur), Cotocollao y el Comité del Pueblo (norte), los trabajadores autónomos de Tumbaco defienden su trabajo y afirman que no se niegan a que se les regularice como tampoco a su reubicación con el fin de que se ordene el espacio público.

Lourdes Chamorro (47), una comerciante ambulante, comentó que trabaja en esta actividad desde hace más de 5 años. La mujer señaló que le resulta difícil y costoso conseguir un local en el centro de Tumbaco. Comentó que la Policía Metropolitana realiza controles continuamente, al igual que funcionarios del Municipio, pero que nunca han llegado a agredirla.

Ropa, zapatos, juguetes, frutas, verduras, pollos, pescado, animales en pie, entre otros, son los productos que llenan las calles del centro de la parroquia capitalina, por lo que moradores del sector señalaron que en varias ocasiones la mercancía colocada en las calles impide el paso normal en las veredas.

Marlene Játiva (52), quien vive en Tumbaco desde su niñez, aseguró que la imagen de la parroquia se ha deteriorado puesto que los comerciantes autónomos no están sujetos a ningún control.

“Se toman las calles desde horas de la tarde hasta cerca de las 21:00. Esto se convierte prácticamente en un mercado; además, el tráfico en la calle Juan Montalvo es insoportable, pues esta es la calle en donde más vendedores hay”, comentó la vecina.

Esteban Loaiza, funcionario de la Administración Zonal de Tumbaco, señaló que este organismo trabaja de manera conjunta con la Agencia Metropolitana de Control (AMC) sobre este tema y que el Cabildo realiza, de manera permanente, controles en el espacio público.

Desde hace 2 años, varios comerciantes autónomos decidieron rentar un terreno para colocar carpas y ejercer su actividad. El lugar lleva el nombre de la Bahía de Tumbaco y atienden en él una quincena de vendedores.

Mónica Chamba (28) señaló que ese espacio se logró gracias a que varios comerciantes lograron asociarse y consiguieron los permisos respectivos para ocupar el lugar.

La joven señaló que las ventas son irregulares puesto que la competencia con quienes siguen ocupando las calles es dura, pues estos venden los mismos productos a precios sumamente bajos.  
Patricio Játiva, vocal principal de la Junta Parroquial de Tumbaco, indicó que el problema aqueja al sector desde hace 8 años. “Las anteriores administraciones permitieron que el comercio autónomo crezca de manera incontrolable. Recuerdo que en 2012, incluso se cerró la calle Juan Montalvo para permitir las ventas en época de Navidad. Yo creo que a diario trabajan por allí alrededor de 150 personas entre vendedores con permiso y sin él” señaló.

Játiva añadió que existe otro problema que es atribuido al comercio autónomo: la delincuencia. Esto ocurre porque los vendedores se aglomeran en las veredas y en la puerta de los locales, propiciando que los malhechores aprovechen el poco espacio de circulación que queda y roban tanto a los locales regularizados, como a los transeúntes y compradores.

El vocal comentó que —a su juicio— la solución es reubicar a los vendedores informales, quienes pueden ocupar las instalaciones del mercado de Tumbaco, que no funciona entre semana. “Esta propuesta ya se ha trabajado un buen tiempo, pero los comerciantes autónomos no aceptan la iniciativa y ponen pretextos, porque prefieren estar en la calle”, comentó Játiva.

Los comerciantes de Tumbaco forman parte de los alrededor de 9 mil comerciantes que la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio tiene registrados en la capital.

La administración anterior entregó aproximadamente 5 mil permisos, mientras que el resto de comerciantes estaban en proceso de legalización. La Alcaldía de Mauricio Rodas revió esta decisión e inició un nuevo proceso.

Como parte de este, hasta el momento, se han otorgado permisos a 2 mil comerciantes y se iniciaron controles en las calles. (I)