Luz Elena Coloma, directora de la Empresa Metropolitana Quito Turismo, reconoce que les “dolió mucho” a ella y a su equipo el hecho de que la capital no haya terminado entre las 7 ciudades maravillas del mundo.

La funcionaria, que inició su gestión durante la Alcaldía de Augusto Barrera (2009-2014) y ratificada por Mauricio Rodas, afirma que, sin embargo de ello, prefiere destacar “que la ciudad empezó el concurso junto con otras 1.200 urbes a nivel mundial y llegó a situarse entre las 14 finalistas”.

Según Coloma, eso es fruto del trabajo realizado durante varios años para posicionar a la ciudad como un destino importante para los viajeros, lo cual ha permitido que Quito, por ejemplo, haya sido designada por 2 años consecutivos como Destino Líder en Sudamérica.

Entre esas labores -destaca- está la recuperación del espacio público quiteño, sobre todo lo que tiene que ver con el Centro Histórico. “Una ciudad que vive bien, puede promocionarse”, añade.

De acuerdo con la directora de Quito Turismo, se ha promocionado también a la ciudad en las ferias del ramo más importantes a nivel planetario “porque hay que estar en donde están los actores que tienen peso en el sector”.

Además, se ha trabajado en la creación de nuevos productos con la finalidad de que la oferta vaya más allá de los tradicionales recorridos por el casco colonial y la visita al monumento de la Mitad del Mundo.

Un ejemplo es la acreditación de restaurantes y hoteles que se realiza desde hace 2 o 3 años durante Semana Santa y Finados, con el objetivo de que quienes llegan a la ciudad conozcan la oferta gastronómica que caracteriza a la ciudad en esas épocas del año: fanesca y colada morada, respectivamente.

Otro ejercicio practicado por la Municipalidad es la creación de recorridos especiales durante ciertos momentos, sobre todo relacionados con el calendario religioso.

Uno de ellos se realizó, por ejemplo, en vísperas de la Navidad del año anterior, cuando durante 2 fines de semana alrededor de 300 personas pudieron acceder a los campanarios de 6 iglesias y monasterios capitalinos (La Merced, Santo Domingo, San Agustín, Santa Clara, El Carmen Alto y El Carmen Bajo).

Patricio Gaybor, gerente técnico de Quito Turismo, señaló que el Municipio busca de esta manera “la consolidación de los viajes de interés cultural a la ciudad a través de la apertura de nuevos esquemas”.

Otro ejemplo son los recorridos teatralizados que efectúa el colectivo Quito Eterno, con el auspicio del gobierno local por los antiguos cementerios de la ciudad en torno al Día de los Muertos.

Dentro de los planes del Cabildo está fomentar el turismo religioso. “Quito tiene un potencial enorme en ese sentido. Hemos explotado el Centro Histórico, pero no ciertas particularidades que posee, tales como recorridos específicos por iglesias o la asistencia a eventos religiosos del año”, afirma Gaybor.

Otro de los segmentos que ha registrado crecimiento es el turismo de aventura y observación de la naturaleza aprovechando las condiciones que prestan los alrededores del distrito, sobre todo el noroccidente.

Esto ha determinado que los ingresos económicos por concepto de turismo signifiquen para la ciudad alrededor del 5% de su Producto Interno Bruto (PIB) anual; es decir, unos $ 300 millones.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, entre enero y septiembre de 2014 llegaron a la ciudad 502 mil visitantes, lo que equivale a un crecimiento de alrededor del 10% en relación con el mismo período de 2013. La previsión hasta finales de año es que arriben unos 680 mil turistas (9% más que el total de 2013).

En el período 2012-2013, Quito ocupó el tercer lugar entre las 20 ciudades del mundo con un aumento acelerado de turistas (18,8%), detrás de Río de Janeiro (Brasil), que tuvo 28,6%, y Tokio (Japón), con el 21,5%.

Coloma señala que aunque, en efecto, en otros períodos interanuales se lograron mayores crecimientos, ella prefiere ser “conservadora” y buscar cifras cercanas al 10% anual de manera permanente. Otro de los puntales para el fortalecimiento del sector en el pasado y uno de los ejes en los que piensa basarse la Municipalidad para los próximos años es el llamado turismo de eventos y convenciones.

Para lograr aquello, entre otras cosas, se fortaleció la situación de la urbe como integrantes de la Asociación Internacional de Conferencias y Convenciones (ICCA, por sus siglas en inglés), una especie de base de datos en la que se realizan postulaciones para este tipo de actividades.

Allí, en ocasiones, la ciudad se postula como sede; en otros casos, organizaciones la impulsan para servir como anfitriones y la urbe las apoya.

Un ejemplo es el triunfo de la candidatura capitalina para albergar la tercera edición de la Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano (Habitar III), organizada por la ONU, que tendrá lugar en 2016 y a la que se prevé que asistan alrededor de 30 mil personas.