Los estudiantes del ‘Patrón’ pidieron festejos en paz
Fabián Poveda, licenciado del área de Ciencias Sociales del Instituto Nacional Mejía, mencionó que para celebrar a Quito, lo principal es la cultura. Por eso, los alumnos preparan varias actividades en el colegio.
Poveda no está de acuerdo con estos preparativos y criticó que en la ciudad, la gente se olvida lo que significó la conquista española para el pueblo ancestral de Quito, pues miles de indígenas fueron asesinados y a otros se los esclavizó.
“Las fiestas de Quito sepultan la historia, el sufrimiento del pueblo indígena por el abuso de los españoles. Si celebramos a la ciudad, deberíamos retomar la cultura indígena de nuestro pueblo”, argumentó Poveda.
Fanny Gualotuña, integrante de la Secretaría de Talento Humano, opinó diferente, pues cree que las fiestas de la ciudad sirven para compartir la alegría con los estudiantes, el personal docente y demás miembros del colegio. Pero aclaró que las fiestas se deben vivir en paz y sin el consumo de alcohol.
“Las fiestas de fundación de Quito sirven para crear lazos entre toda la comunidad educativa”, dijo Gualotuña.
Los estudiantes también opinaron respecto al tema. Por ejemplo, Benancio Tipantaxi cree que en la actualidad se han perdido varias costumbres como la elaboración de coches de madera, el salto de la cuerda, el diablo y el angelito, las cogidas, las escondidas y el juego de los trompos.
El joven aclaró que es importante que durante las fiestas de Quito no se consuma alcohol, puesto que pueden producirse actos vandálicos. Y quizás esa sea una de las razones por las que muchas familias quiteñas prefieren no salir.
Además, mencionó que los maestros deberían intervenir en las fiestas, pues con su experiencia podrían colaborar con los alumnos y traer al presente aquellas tradiciones del Quito antiguo y así pasarlas de generación en generación.
Los alumnos de los colegios de Quito esperamos que las fiestas en honor a la ciudad se vivan de manera tranquila, sin que se consuman bebidas alcohólicas y, sobre todo, que se recuerden las tradiciones de Quito, que poco a poco se han ido perdiendo y olvidando.
