El gremio planteó que el nuevo pasaje se eleve de $ 0,25 a $ 0,42
Los correteos y el maltrato al usuario, los males del transporte (Video y Galería)
Han pasado casi 8 meses desde que el ex vicealcalde Jorge Albán (administración de Augusto Barrera) oficializó la certificación de 54 de las 62 cooperativas de transporte urbano que operan en el Distrito, las cuales se integraron al sistema Caja Común.
Esto implica, básicamente, que el total de los fondos recaudados por las unidades de transporte de una cooperativa sean administrados por todos los miembros de la compañía y que su distribución se realice de manera equitativa. A modo de control, el pasajero debe recibir un boleto numerado que permite conocer la cifra de personas que abordan la unidad en un tiempo determinado.
Así, se busca eliminar la presión existente sobre los choferes de transportar a la mayor cantidad de gente para incrementar las ganancias que genera su bus. Esta situación es considerada la causa de prácticas como las “carreras” entre vehículos de transporte colectivo y el irrespeto a la norma de tomar y dejar pasajeros únicamente en las paradas asignadas.
Además, es el primer paso del plan elaborado por la administración municipal anterior para que, tanto el sistema metropolitano como el privado, tengan un método unificado de recaudación electrónico, con el uso de una tarjeta, hasta finales de 2016.
En ese marco, el gremio de choferes planteó la semana pasada al Cabildo capitalino su propuesta de que la tarifa del servicio se incremente en $ 0,17, pasando de los $ 0,25 que pagan actualmente los usuarios a $ 0,42.
Los transportistas basan su posición en argumentos como que el costo del pasaje no ha sido revisado desde 2003. Adicionalmente, según el presidente de la Cooperativa Translatinos y de la Corporación de Movilidad, Jorge Yánez, la postura de los choferes “es justa y se apoya en estudios técnicos”.
El dirigente agrega que los datos de dicho estudio determinan que en los últimos 11 años, la inflación acumulada ha llegado al 50%, el precio de los insumos automotrices se ha elevado en 100% y el salario básico unificado (SBU) también se ha incrementado en la misma proporción.
La opinión de los ciudadanos es contraria a la de Yánez y la mayoría se queja del servicio que actualmente presta el transporte colectivo en el Distrito Metropolitano de Quito.
Un sondeo realizado ayer por EL TELÉGRAFO a 36 usuarios de transporte público (entre 20 y 50 años), en el centro-norte de Quito, sobre la calidad de servicio de transporte público y el alza de los pasajes, determinó que la ciudadanía cuestiona la calidad de las unidades y la función que cumplen.
El 75% de los consultados coincidió en que de lunes a viernes, días laborables, es bastante complicado tomar un bus porque la gente se aglomera en las paradas y hay una sobrecarga de pasajeros.
De las 36 personas encuestadas entre las 11:30 y 13:30, el 50% dijo haber sufrido algún tipo de accidente en las unidades, la mayoría resultó golpeada por los denominados “correteos” ocasionados por la disputa de pasajeros entre las unidades que, incluso, pueden ser de la misma cooperativa.
El 47% denunció haber sido víctima de la delincuencia mientras se trasladaba en un bus público. Los usuarios culpan a los conductores de permitir el ingreso de los malhechores, pues en ocasiones los usuarios frecuentes de una línea ya los identifican.
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Rocío Salazar (21 años), por ejemplo, relató que en una ocasión, cuando viajaba en un bus de la Cooperativa Guadalajara, que cubre la ruta El Ejido-Comité del Pueblo, una joven fue asaltada y por defenderse del ladrón se cayó del bus y se lastimó la cabeza. Todo transcurrió en segundos ante la mirada pasiva del conductor y su ayudante.
Quizá por ello, el 75% de los consultados reportó haber tenido algún conflicto con el conductor de un bus o su oficial. Las causas más comunes —dijeron— son el maltrato a los usuarios, la entrega de vueltos incompletos y las carreras entre unidades.
Además, el 66% de los usuarios consultados considera que el estado de las unidades de transporte público que circulan en Quito es regular, pues aunque la mayoría han sido renovados, no reciben el mantenimiento adecuado.
Además, el 83% dijo que a pesar de la implementación del sistema de Caja Común, la calidad del servicio no ha mejorado, pues en horas pico las unidades todavía compiten por ganar pasajeros.
El 83% coincidió en que los transportistas deben mejorar las condiciones de sus unidades y la calidad del servicio antes de proponer un incremento de tarifas.