Los promotores de la iniciativa aseguran que las estadísticas muestran resultados positivos desde su implementación
Los chicos de Vivamos la Fiesta en Paz inician sus 14 años con un ciclopaseo
Hace 15 o 20 años, las fiestas por la fundación española de Quito eran sinónimo de embriaguez para una gran cantidad de personas.
Un ejemplo de aquello eran las escenas que se volvieron comunes alrededor de la Plaza de Toros luego de las corridas y en las que grupos de jóvenes e incluso adolescentes protagonizaban incidentes debido al consumo de alcohol.
Igual ocurría con las celebraciones populares, especialmente las de gran concurrencia como los llamados ‘Chavezazo’, ‘Centralazo’, ‘Amazonazo’, etc, los que incluso tenían el auspicio de marcas de bebidas.
Por ello, la existencia de muertos y heridos por riñas y a causa de accidentes de tránsito eran una cuestión de todos los días a finales de noviembre e inicios de diciembre.
Pero un grupo de estudiantes del Colegio Liceo Internacional se propusieron cambiar esa situación y hace 14 años emprendieron una campaña bautizada Vivamos la Fiesta en Paz, destinada eliminar la concepción de que para disfrutar se debe ingerir licor.
La idea prendió y en los años siguientes fue apropiada por la Red de Consejos Estudiantiles de Quito, que agrupa a más de 300 colegios de la ciudad.
Transcurrido este período, los efectos de la campaña serían evidentes. Marco Dávila, principal promotor de la iniciativa, señaló en declaraciones recogidas por la Agencia de Noticias del Municipio que “durante los festejos de 2009 se registró la disminución del 37% en accidentes de tránsito en relación con 2008. Del mismo modo, se registró una reducción del 26% de muertes por homicidios, suicidios y violencia durante las fiestas de 2013.
Los datos de los organismos de control muestran que no existió ninguna persona fallecida vinculada a las festividades de la ciudad”.
Según los últimos datos disponibles, en el Ecuador el consumo de alcohol se inicia alrededor de los 12 años de edad. El 65% de ecuatorianos de entre 12 y 65 años consume licor y 8 de cada 10 mujeres y niños que fueron abusados, dijeron que su atacante se encontraba bajo los efectos del alcohol, por lo que este hábito es considerado como un problema social serio.
No obstante, Dávila aseguró que aunque la ingesta de licor se inicie desde muy temprano en el país, los jóvenes no son el próblema, sino las víctimas. “Ellos empiezan a consumir licor imitando a alguien de su entorno familiar y social”, aseguró el activista.
Entre las actividades que realiza el colectivo estudiantil durante la época de fiestas para promover el cambio de actitud entre la población, están festivales artísticos y actividades deportivas.
Una de ellas tendrá lugar este día, cuando los chicos que integran la campaña lideren la realización del ciclopaseo dominical como arranque de sus actividades durante estas fiestas.
No obstante, el propio Dávila ha señalado en diversas ocasiones que las acciones que se realizan durante la época de celebraciones capitalinas son los más visibles, pero no las únicas.
El trabajo, según Dávila, se efectúa a lo largo del año e implica, entre otras cosas, charlas de concienciación sobre el problema que causa el alcohol en distintos colegios de la ciudad.
Esto lo realiza un equipo de 5 técnicos especialistas en alcohología social que, según el coordinador, usan un enfoque totalmente distinto al que tiene la siquiatría o sicología tradicionales.
De acuerdo con los promotores de Vivamos la fiesta en paz, alrededor de 250 colegios quiteños han sido declarados ‘libres de alcohol’, lo que equivale a un universo de unos 50.000 jóvenes.
Los colegios son declarados libres de alcohol tras el establecimiento de una cultura institucional en la que el alcohol no está presente en ninguna actividad por decisión de autoridades, profesores, padres de familia y estudiantes.