Los bizcochos nutren a la economía cayambeña

“Lleve los ricos y calentitos bizcochos”, anuncia Jorge, un comerciante de 30 años, cada vez que se sube a uno de los buses interprovinciales que pasan por Cayambe.  

En el primer día del último feriado vendió 35 fundas de $ 1 en tan solo 3 horas.

“Desde los 7 años me dedico a la venta en las calles. Mi mamá (María Simbaña) me enseñó a elaborar los auténticos bizcochos”, afirma.

Al igual que Jorge, decenas de sus colegas aseguran que el producto que venden es el auténtico bizcocho de Cayambe.

El origen y la legitimidad de este bocadillo han estado en constante discusión en el cantón pichinchano.

Algunos artesanos reconocen que el uso del concepto de la receta original es una estrategia para atraer clientes, puesto que en Cayambe hay unos 70 locales de venta del tradicional producto.

Sin embargo, saben que finalmente es el comprador quien se decide por  uno u otro.

No obstante, el marketing abunda y los negocios se ufanan en publicitar en carteles vistosos las características de preparación y sabor. Se realza el uso del horno a leña y de especias como el anís.

La frase ‘auténticos bizcochos’ se repite. Y cuando son abordados por los eventuales compradores, los propietarios repiten la oración como si se tratara de una frase mágica. Uno de los negocios más populares es ‘Bizcochos San Pedro’, situado en la calle Olmedo, entre Bolívar y Sucre, en el centro.

Uno de sus administradores, el sacerdote Rafael Méndez, asegura que su negocio es el único que elabora los bizcochos en horno de barro y con leña de eucalipto, de manera artesanal.

“Eso le da un sabor distinto. Además, somos los más famosos porque el cliente puede observar la preparación de los bizcochos”.

Al frente de este local, Jorge Espín tiene su negocio desde 1980. Asegura que inició la elaboración con horno de leña y, posteriormente, cambió a un horno de gas por la velocidad que le ofrece en la cocción. Dice que, además, “se ensuciaba mucho el bizcocho y opté por cambiar”. Sin embargo, se queja de la disminución de las ganancias debido a la competencia.   

En la avenida Natalia Jarrín se sitúa la mayoría de los locales. Uno de ellos es el de Fanny Burgos, quien asegura que su prestigio radica en la elaboración artesanal y en la calidad de otros productos, entre ellos, la nata de leche, el chocolate, el yogurt, el café y el queso de hoja.

Según la guía turística del Municipio de Cayambe, estas golosinas ganaron fama en 1928, cuando el ferrocarril llegó por primera vez a la zona norte.

“Se oían las voces de jóvenes que promocionaban en los vagones bizcochos, queso de hoja y huevos duros”, apunta el documento.

El padre Méndez tiene dos teorías respecto al origen de este derivado de la harina. Asegura que la familia Ramírez habría sido la pionera en este negocio.

Sin embargo, la tesis que más le gusta se origina en que las comunidades religiosas de la zona “buscaban un pan con durabilidad y de allí salió el bizcocho”. (I)

Una 'ruta láctea' promociona a la industria local

Como propuesta para impulsar las actividades comunitarias y lácteas, Cayambe desarrolló hace varios años ‘La Ruta de la Leche’.

Diecisiete centros de acopio creados en 2002 y que recolectan, aproximadamente, 60 mil litros diarios son parte de la ruta, circuito que beneficia directamente a cerca de 1.700 familias del sector de Cayambe.

El recorrido permite conocer al visitante todo el proceso de producción de la leche y sus derivados y la integración de las comunidades indígenas.

Como parte de esa iniciativa se impulsó la Feria Nacional del Queso.

Luis Chávez, organizador de este evento, indicó que en la primera feria, hace 7 años, se expusieron 3 tipos de queso. Mientras que en la última edición, efectuada del 12 al 14 de agosto pasados, se presentaron cerca de 40 variedades.

“Para 2017 tenemos el objetivo de realizar 4 ferias nacionales; una en Cayambe, otra en la Sierra Centro; otra más en el Austro y la restante en Guayaquil”.

Según el productor, el objetivo de estas acciones es promover el consumo de la leche y sus derivados.

Dice que Ecuador produce cerca de 6 millones de litros de leche al día. De esa cantidad, 5 millones son procesados.

Chávez está trabajando con otros productores para conseguir la denominación de origen del queso de hoja, único en su variedad.

“Es nuestra marca y queremos estar a la par del sombrero de paja toquilla y del cacao nacional, por ejemplo”.

Para impulsar la iniciativa local, las ferias nacionales, la capacitación a los pequeños productores y el mejoramiento de los procesos en los derivados son pasos fundamentales. (I)