La vicepresidenta encargada participó en la inauguración
Los avances de la Nueva Agenda Urbana se evalúan
“La batalla por el desarrollo sustentable se ganará o se perderá en las ciudades”. Con esta frase de Ban Ki -moon, exsecretario general de la ONU, inició el alcalde Mauricio Rodas su discurso de inauguración del encuentro ‘Quito, a un año del Hábitat III’, que arrancó ayer y concluirá mañana.
El evento tiene lugar en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo y los avances logrados en el cumplimiento de la agenda mundial de desarrollo urbano, acordada en la capital, para el período 2016-2036.
La vicepresidenta de la República (e), María Alejandra Vicuña, habló durante la inauguración sobre la necesidad de que los objetivos de la agenda firmada en Quito sea asumida por la sociedad para que su implementación sea colectiva.
A propósito de ello, Vicuña recordó que uno de los preceptos que maneja el actual Gobierno, en general, y el Presidente de la República, en particular, es la frase: “Nada para ustedes sin ustedes”.
También parafraseó al papa Francisco al señalar que el desarrollo que se logre en las ciudades a través de la aplicación de la agenda “debe producirse sin dejar a nadie atrás”.
La Vicepresidenta (e) resaltó la importancia que tiene la planificación a la hora de mejorar la vida en las urbes a través del establecimiento de asentamientos humanos más equitativos y sustentables.
El plan gubernamental ‘Casa para Todos’ abonaría en ese sentido al no basarse únicamente en la construcción de soluciones habitacionales, sino en la idea de construir comunidades donde impere el buen vivir.
El plan contempla la construcción de 325.000 casas en los siguientes 4 años. De esa cifra, 191.000 viviendas serán gratuitas, y 134.000 financiadas a bajo costo.
Los beneficiados serán personas con poca capacidad de pago. La cuota será de hasta $ 100 mensuales. Los inmuebles tendrán dos y tres dormitorios, complementados con servicios básicos, transporte, áreas verdes y con 20 años de plazo y sin intereses.
Guayas, Manabí, Los Ríos y Pichincha son las provincias en donde se estima que habrá mayor demanda de casas. A través de este programa, el Ejecutivo prevé que se generen más de 136 mil empleos anualmente.
El lunes 24 de julio, el plan arrancó en Guayaquil en el sector Las Marías, en Monte Sinaí (en el noroeste), donde el presidente Lenín Moreno entregó 1.000 adjudicaciones de vivienda, de las cuales se construyen las primeras 200 casas.
En tanto, 5 días antes (19 de julio), el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, entregó un terreno de 20 hectáreas ubicado en el sur de Quito.
En este espacio está planificada la construcción de alrededor de 5.000 viviendas. Mientras que 2 días antes (12 de julio), el alcalde Rodas entregó un predio de 7 hectáreas en el sector San Francisco de Huarcay, también en el sur de Quito.
La idea es edificar en ese punto de la ciudad 500 viviendas gratuitas, que serán entregadas a familias de escasos recursos.
El sitio tiene acceso a todos los servicios básicos. Además, se encuentra cerca de la futura estación Sur del Metro de Quito.
La vicepresidenta Vicuña resaltó ayer que, precisamente, uno de los ejes para la construcción de sociedades más igualitarias es la colaboración con los gobiernos locales.
Algo con lo que el burgomaestre capitalino coincidió. En el mismo sentido, Rodas destacó el papel que tuvieron las municipalidades a escala mundial en la elaboración de la Declaración de Quito (Nueva Agenda Urbana) firmada al final de Hábitat III.
Como parte del evento que concluirá mañana, el Municipio presentó ayer La Estrategia de Resiliencia (adaptación al cambio) de la urbe y sus zonas rurales capitalinas.
El plan se asienta en 5 ejes: generación de una ciudadanía empoderada e inclusiva; una política de un ambiente sostenible y robusto; la creación de una ciudad compacta e integrada; el establecimiento de una economía sólida y recursiva y el apuntalamiento de un territorio seguro y reflexivo.
De la misma manera, en el marco del foro el gobierno quiteño presentó su proyecto de ciudad hasta el año 2040.
Este se basa en ideas como el reforzamiento de un sistema integrado de transporte, con el Metro como columna vertebral; el apoyo a métodos de movilidad no motorizada y el fortalecimiento de un esquema de respuestas a desastres naturales y de origen humano. (I)