Las fiestas de Quito sí tendrán corridas de toros
Lo que fue hace mucho el “corazón taurino de Quito” y luego solo para conciertos de rock, tras la suspensión de la Feria Jesús del Gran Poder por parte de la empresa organizadora, Citotusa, la plaza Belmonte, en La Tola, será el nuevo escenario para la cita de los aficionados a este espectáculo.
Luis Cobos, gerente de la empresa Triana S.A., encargada de la administración de la plaza Belmonte, realizará la Feria Virgen Esperanza de Triana, que la Comisión Taurina del Municipio aceptó se cambie del 23 de noviembre al 1 de diciembre. Para que el escenario esté adecuado para recibir a los aficionados taurinos desde ayer se realizan arreglos. Por ejemplo, se pinta la entrada VIP, que se encuentra en la calle lateral José Antepara.
El encargado de hacer la obra es José Guamán, quien también realizaba los mismos trabajos en la plaza de toros, ubicada en la Av. Amazonas. “Es bueno que las corridas se realicen en otra de las plazas que tiene Quito, los que suspendieron la feria no tienen idea de que perjudicaron a más personas que solo toreros, sino a gente humilde que esperábamos estas fechas para ganar algo de dinero”.
Según Álex Abarca, encargado de las operaciones de control del distrito, aproximadamente son 300 vendedores los que laboraban en las afueras de la plaza de toros durante la Feria Jesús del Gran Poder. Según el concejal Pablo Ponce, parte de la Comisión Taurina, ellos serán reubicados en la plaza Belmonte, “con el objetivo de evitar un golpe económico fuerte a esas familias”.
La Comisión analiza la posibilidad de realizar dos corridas más en esa plaza, por pedido de Cobos, además, como una forma de disminuir el golpe de la suspensión de la feria. Para eso realizó un recorrido por las instalaciones del lugar, para verificar que esté en buen estado para los eventos.
A las 15:00 inició la verificación de las instalaciones por parte de las autoridades municipales, en las que se incluyeron concejales, Secretaría de Seguridad, Policía Nacional, Administración Zonal, entre otros. Por parte de Triana S.A. estuvo Luis Cobos y los matadores David Galván y Antonio Ferrera.
Durante el recorrido, la primera observación que realizó la representante de la Secretaría de Movilidad fue que las puertas de emergencia deben abrirse hacia el exterior. Además, se comprobó la falta de señalética. Los concejales Ponce, Alonso Moreno y Macarena Valarezo concluyeron que los cambios no significaban mayor problema y que, una vez dadas las instrucciones de arreglos, se hará otra evaluación.
Los moradores de los alrededores del la plaza Belmonte también están de acuerdo con que se realicen las corridas en San Blas. “No nos molesta que la gente se traslade hasta aquí, es mejor porque así revive el sector que siempre fue taurino”, expresó Patricia Ortiz.
Luis Morillo, quien vive en el sector hace más de 20 años, tiene una tienda de víveres en la esquina de José Antepara y Vicente León, para él las corridas beneficiarán su negocio. Su preocupación es el estacionamiento de los autos, pues las calles son estrechas. “Es buena la idea porque no podían dejarnos sin feria. Es parte de la cultura quiteña, y a los que no les gusta deben respetar a los demás”.
La plaza Belmonte revive con las corridas
“San Blas siempre fue el sector taurino de Quito, desde pequeño yo venía a ver las corridas de toros con mi familia, era un tiempo que esperaba porque el barrio se llenaba de alegría”, relató Víctor Pérez (77 años), morador de La Tola, que nació y creció en el sector.
La plaza Belmonte fue inaugurada en 1919, su construcción no solo tuvo como propósito las corridas de toros, sino también eventos circenses, teatro y bailes de enmascarados, entre otros.
Pero su inauguración oficial fue el 19 de agosto de 1920, para el evento se invitó a una conocida figura taurina, el español Manuel Mejías, conocido como el “Papa Negro”, quien fue recibido con bombos y platillos por los aficionados de ese entonces.
En la actualidad se realiza el Festival Taurino Flamenco Virgen Esperanza de Triana, durante los últimos días de noviembre. La plaza, que tiene una capacidad para alrededor de cuatro mil personas, mantiene parte de su estructura original.