Las cámaras en los semáforos ayudarán a detectar infracciones
El proceso de transferencia de competencias en el tema de control y planificación del tránsito continúa en Quito. Desde este mes el Cabildo asumirá la matriculación vehicular; en abril el control del tránsito en la vía pública; y hasta fines de año se instalará en toda la ciudad el sistema de cámaras de vigilancia y semáforos inteligentes.
El secretario metropolitano de Movilidad, Carlos Páez, explicó que el propósito es adquirir nueva tecnología para el control de las infracciones y de ese modo, además, garantizar una gestión ética por parte de los nuevos agentes de tránsito. “Nosotros creemos que así como todo en la vida utiliza computadores y celulares, el control del tránsito también debe hacerlo. No puede ser que un policía use tolete cuando el mundo utiliza tecnologías (…) Haremos un gran esfuerzo para que el tránsito no sea una cuestión del policía sino de una infraestructura en donde la tecnología juegue un rol importante, haciendo más transparente el tema”, enfatizó Páez.
Pese a que desde el Cabildo se pretende que el sistema de implantación de multas y control se transparente con el uso de tecnologías, los conductores se muestran escépticos. Nicolai Cáceres tiene varios años de experiencia como taxista y no sabe hasta qué punto sea positivo el cambio, “porque bien se puede coimar evitando ser captado por las cámaras”, pero conoce que no habrá marcha atrás y la Policía Nacional dejará de estar al frente del control. Y considera también que el Municipio debe contar con el personal suficiente para esa labor y debe hacerlos rotar en turnos para establecer los mecanismos y evitar los actos de corrupción.
Para el Secretario de Movilidad, la adquisición de herramientas tecnológicas irá de la mano de la capacitación a los nuevos agentes de tránsito en dos aspectos fundamentales: formación ética y servicio público; y el conocimiento de la ciudad y el respeto al espacio público.
Como parte del proyecto se instalarán semáforos inteligentes en toda la ciudad, los cuales estarán programados para sentir la intensidad del tráfico en una intersección y contarán con una cámara para observar cuándo es pertinente que cambie la luz de verde a roja, o viceversa.
María Cevallos y Carlos Tapia son peatones y consideran que la aplicación de este sistema será positivo porque facilitará el tránsito de los ciudadanos, les permitirá cruzar las calles con precaución y garantizará su seguridad.
Igualmente, se instalarán cámaras en las principales avenidas de Quito capaces de detectar electrónicamente las infracciones de los conductores, es decir, que estarán calibradas para tomar fotografías de alta resolución del momento exacto de la infracción. Permitirán, incluso, leer la placa del vehículo, lo que servirá como evidencia para sancionar al conductor.
A Rigoberto Tamayo, conductor, aún se le hace difícil creer que tan solo con las fotos se pueda demostrar quién tuvo la culpa en un accidente de tránsito; sin embargo, recalcó que al conocer que estos dispositivos ya están ubicados en la ciudad, los conductores se verán obligados a ser más respetuosos de la Ley de Tránsito.
Las cámaras ya están instaladas en algunos sitios de la ciudad, pero aún no operan porque se requiere de un marco legal que regule su uso. Esto se realizará una vez que el Municipio asuma plenamente la competencia del tránsito. Para concluir el proyecto, el Municipio tiene previsto invertir alrededor de 25 millones de dólares.
“Necesitamos un contexto legal para establecer las multas en un esquema de detección de infracciones en que se considere la información del semáforo inteligente, la captación electrónica de las infracciones y el uso de computadores de mano por parte de los policías, lo que configura otro orden de Policía”, explicó Páez.
En abril del año pasado el Consejo Nacional de Competencias (CNC) aprobó la resolución 006 con la que trasladó la planificación, regulación y control del tránsito, el transporte terrestre y la seguridad vial a los gobiernos metropolitanos y municipales del país, de manera progresiva. La normativa también dividió en tres categorías a los cabildos: A para los municipios que tengan mayor capacidad, urgencia y experiencia; B a las ciudades pequeñas; y C a las ciudades con poca población.
El alcalde Augusto Barrera anotó, días atrás, que el uso de las cámaras evitará la “negociación” entre el agente de tránsito y el sancionado, lo que transparentará el proceso del control en la ciudad.