La solidaridad debe ser el principio de estas fiestas
La Navidad es aquel momento en el cual toda mi familia está a mi lado compartiendo una pequeña cena y varios obsequios junto al árbol de Navidad y el nacimiento.
En todas las casas de mi barrio se pueden escuchar villancicos, mientras las personas rezan la novena. Todas estas costumbres hacen de esta época la más hermosa del año.
Este período también nos ayuda a ponernos en los zapatos del otro; es decir, de aquellos niños, ancianos, madres desvalidas, de esas personas que por conflictos en sus países se han convertido en refugiados y dejan sus hogares.
Frente a estos hechos, algunas familias realizan colectas en sus barrios, para luego obsequiarlas a los más necesitados, pero se debe comprender que lo más importante no es la cantidad, sino la calidad y sobre todo que estos sean entregados de corazón.
También existen fundaciones que acogen a los niños de la calle abandonados. Otras organizaciones sociales se preocupan por que los niños con cáncer pasen una Navidad muy alegre.
La Navidad puede dejar de ser consumista si pensamos diferente. Es hermoso ver el rostro de los niños cuando reciben un regalo.