obras de maestros de la escuela quiteña como caspicara, pampite y fray pedro bedón se muestran en este tour
La Ruta de los Calvarios muestra el arte religioso quiteño
Las iglesias y conventos quiteños albergan una gran cantidad de obras de arte cuya temática guarda relación, en buena medida, con la Pasión y muerte de Cristo, pasaje bíblico que constituye el núcleo de la celebración religiosa de la Cuaresma y la Semana Santa.
A propósito de ello, Quito Turismo organizó esta semana un recorrido especial por el interior de 6 de los templos capitalinos para observar esculturas en las que los artistas de la llamada Escuela Quiteña plasmaron la crucifixión de Jesús.
El recorrido, al que se ha bautizado como ‘La ruta de los Calvarios’ en alusión al nombre tradicional con que se conoce a la colina donde habría ocurrido el hecho, se repetirá el viernes y sábado de la próxima semana, desde las 09:00.
Los inmuebles religiosos que son parte de esta actividad son La Catedral, el Carmen Bajo, Santa Clara, La Compañía, San Francisco y Santo Domingo y en ellos es posible observar, entre otras, obras de los artistas Caspicara, Pampite y Fray Pedro Bedón.
DATOS
El recorrido culmina con la visita a la casa 777 en la calle Morales, más conocida como La Ronda. En ese sitio, los turistas podrán degustar de la fanesca.
Las inscripciones pueden hacerse en la tienda El Quinde, en los bajos del Municipio. El costo de la ruta es de $ 12 por persona.
El cupo para el tour es limitado. Se ha establecido como cantidad máxima de asistencia para 25 personas.
La Ruta Dos abarca la visita a los conventos de La Catedral, Carmen Bajo y Santa Catalina.
Las 2 rutas salen de manera simultánea, el recorrido dura alrededor de 2 horas y al final los visitantes recibirán un rosario como recuerdo.“Esta ruta se realiza por primera vez aprovechando que el Centro Histórico es la zona de la ciudad donde se encuentra la mayor concentración de iglesias. Además, el contenido artístico de estas tiene una gran carga histórico-religiosa. Y por ello aprovechamos para adoptar este tema en correspondencia con esta época del calendario religioso”, comentó Sixto Bermeo, funcionario de Quito Turismo.
El recorrido se inicia en la Iglesia de la Compañía, que data del siglo XVIII, considerada como la mayor representación en la ciudad del arte barroco, técnica artística que tiende a copar todos los lugares de la iglesia con detalles.
En el templo jesuita se encuentra un calvario al costado derecho del altar mayor. La obra, de autor anónimo, está constituida por un retablo cubierto de pan de oro, que representa a Jesús crucificado. Sobre su cabeza el artista colocó las 3 potencias, hechas de plata repujada, que representan a las personas de la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). A su izquierda está su madre, María; en el centro, María Magdalena y detrás, el apóstol San Juan, el evangelista.
Una de las características de este calvario es que sobre la escena de la crucifixión, se encuentra la escultura ‘Exe Hommo’ (‘Aquí está el hombre’) que representa a la traición de Judas, mientras que a los extremos están ubicadas las 2 seguidoras que recibieron la anunciación de la resurrección.
En San Francisco, tras pasar el primero de los 7 patios que tiene ese convento, se encuentra el Museo Pedro Gocial, en el cual se encuentran escenificados pasajes de la vida de Jesucristo hasta el Calvario, narrados en el Nuevo Testamento. Las esculturas que componen esta obra también son anónimas y datan de los siglos XVII y XVIII.
La primera escena es la transfiguración de Jesús. También se muestra la oración de Cristo en el Huerto. Luego se representa la traición de Judas, en la que es posible observar en la mano del apóstol la bolsa con las 30 monedas de plata que se supone le pagaron los sumos sacerdotes judíos por entregar al Salvador.
El conjunto prosigue con la negación de Pedro. La escultura tiene la particularidad de que la cabeza del concebido como primero de los papas fue ejecutada sobre un cráneo real. Incluso es posible mirar los dientes reales en la boca de la representación del ‘portero’ del cielo.
En este punto del recorrido, es imposible no conocer la imagen de Jesús del Gran Poder, tallada en 1854 por el escultor quiteño Ramón Vargas, y que constituye el centro de la devoción que impulsa la mayor procesión quiteña del Viernes Santo.
La Capilla de Cantuña, ubicada en el extremo izquierdo de San Francisco forma parte del recorrido, pues tiene como característica particular que en su altar mayor está representada toda la escena del Calvario, obra del escultor colonial José Olmos, más conocido como ‘Pampite’.
Las puertas del Cuarto del Tesoro de la iglesia de Santo Domingo también se abren al público. Adentro se hallan mayoritariamente crucifijos realizados por los escultores de la Escuela Quiteña, arte italiano e indicios del arte cuencano. Un ejemplo de ello es símbolo católico tallado totalmente en marfil.
La mayoría de estas obras fue realizada por los frailes de esta congregación; entre ellos, Tomás Castillo y Pedro Bedón.
Otro secreto que se muestra al público en este recorrido es la capilla del Rosario de Pompeya. Ese lugar está compuesto por obras de arte tanto de la Colonia (en el altar mayor) como de La República, identificables por la utilización de colores y formas en las paredes.
En esta capilla se encuentra una imagen de Jesús dentro de un sepulcro de cristal. La escultura forma parte de la Procesión del Silencio, que se realiza la noche de Viernes Santo. Para dicho ritual, se baja a Cristo de la cruz, se lo coloca en la urna y así se da inicio a la procesión nocturna por las calles aledañas del convento. Participan sobre todo moradores del barrio La Loma.