La Plaza-huerto de San Agustín recuperará una parte del centro

El establecimiento de una plaza-huerto en la parte posterior del convento de San Agustín tuvo su punto de partida ayer, luego de que el Concejo Metropolitano de Quito aprobara el proyecto urbanístico.

Veinte ediles presentes, incluida la vicealcaldesa Daniela Chacón (quien sustituyó al alcalde Mauricio Rodas al frente de la sesión), apoyaron la creación de un nuevo espacio público en la zona centro.

El proyecto forma parte del Plan de Revitalización del Centro Histórico de Quito, establecido e iniciado en 2012 por la pasada administración municipal en coordinación con el Gobierno Nacional.

En total se prevé una inversión conjunta de $ 136 millones hasta 2017 en varias intervenciones en el casco colonial de la urbe.

El principal objetivo de esto es convertir al sector en un espacio habitable y revertir la tendencia de despoblamiento que ha sufrido: alrededor de 10 mil personas abandonan el área cada década, de acuerdo con estadísticas oficiales.

Actualmente habitan la zona unos 46 mil vecinos y de continuar el flujo de salida del lugar, la cifra llegará a 26 mil para el año 2022.  

El proyecto de la Plaza-huerto pretende reutilizar el predio ocupado por el edificio de estructura moderna en el que funcionó hasta hace pocos años el Registro Civil y, hasta diciembre pasado, un centro comercial popular.  

El nuevo espacio público integrará, además, la acera norte de la calle Mejía, en el tramo comprendido entre Guayaquil y Flores.

Esto se logrará, de acuerdo con las imágenes integradas al preproyecto, mediante la creación de 7 puntos de cruce peatonal en el tramo intervenido y el establecimiento de áreas verdes en ambas veredas.  

Bernardo Rosero, gerente de la unidad del plan de revitalización del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), señaló que esto no obstaculizará el tránsito de vehículos por la Mejía, en dirección al sector de La Marín.             

Para ello, según el funcionario, se planea utilizar recursos urbanísticos similares a los implementados en el extremo norte del Palacio de Gobierno, donde la colocación de semáforos y de reductores leves de velocidad dan preferencia al peatón, sin impedir la circulación de automotores.

La integración de la parte posterior del convento agustino y la acera opuesta de la calle Mejía permitirá, según Rosero, reestablecer el trazado urbano original de dicho punto de la ciudad que, hasta 1860, no tenía la interrupción de la vía y formaba una ‘gran manzana’.

Adicionalmente, se recuperará la vista de la parte posterior de la iglesia, algo que los quiteños podían  observar hasta la primera mitad del siglo pasado. 

La siguiente fase del proyecto es la concesión municipal del permiso de demolición del inmueble del ex-Registro Civil, trámite para el que el Miduvi pide celeridad.