La movilización afectó a varios negocios
Algunos negocios, situados en la avenida 10 de Agosto, se vieron afectados por la marcha convocada por las organizaciones sindicales y sociales para este jueves. Por este motivo, muchos locales comerciales se vieron obligados a cerrar sus puertas por temor a desmanes o robos. Almacenes Tía, Jeans Sport, Almacenes Chimborazo Junior, al igual que tiendas de abasto, localizados en el sector de la Plaza del Teatro y Plaza Chica, suspendieron la atención a los clientes debido a la marcha.
En algunos negocios, los propietarios ubicaron a sus empleados en las puertas de ingreso para evitar que las personas que participan en la marcha ingresen a los locales a refugiarse del aguacero.
Uno de estos casos se dio en el Almacén de ropa Tryum, donde el empleado José Ayala manifestó que las ventas se vieron afectadas, porque en los alrededores de este local comercial se reunieron algunos marchistas para avanzar hacia la Plaza de San Francisco.
Durante el recorrido, también se observó a niños y personas de la tercera edad que caminaban en medio de la lluvia, lo que llamó de algunos transeúntes que coincidieron en señalar que “ojalá el FUT y la CONAIE ayuden con los medicamentos para la gripe que de seguro necesitarán después de una tarde expuestos a la lluvia.
En la marcha fue notoria la presencia de los vendedores informales, quienes aprovecharon la movilización para vender paraguas y ponchos de agua, artículos que fueron adquiridos por los marchistas debido a la fuerte y constante lluvia registrada esta tarde en Quito.
Durante esta manifestación, las consignas más insultantes y radicales provenían de quienes marchaban a nombre de la UNE.
Al contrario de lo que afirmó Mesías Tatamuez, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores, (Cedocut) a EL TELÉGRAFO, al decir que la marcha de hoy sería pacífica, esta tarde se demostró que la manifestación buscaba incentivar la caída del Gobierno de Rafael Correa, a través de consignas insultantes y carteles con mensajes cuestionadores.
Tatamuez, además, negó a EL TELÉGRAFO que hayan recibido financiamiento de la derecha ecuatoriana y extranjera para salir a marchar este 19 de marzo con la intensión de crear el caos y desestabilizarlo.
El dirigente, previo a la marcha, resaltó que no han destinado fondos propios ni han contado con el apoyo moral y económico, por ejemplo, del exbanquero Guillermo Lasso (CRE), para movilizar a los trabajadores e indígenas a la movilización en contra de las políticas del Gobierno.
Aclaró que esta marcha no es para hacerle el juego a la derecha, sino que es un mandato de la convención nacional del 7 de febrero pasado, de todos los sectores del colectivo: trabajadores del campo y la ciudad, de la cultura, amas de casa, mujeres, jóvenes, entre otros.
Según él, han hecho una plataforma que recoge los sentimientos y necesidades del país, de manera especial un Código Orgánico Integral que tenga que ser del trabajo, en donde participen las 3 partes: Estado, trabajadores y empresarios. Añadió que lo más importante, por ejemplo es la estabilidad laboral y que para ello se debe terminar de una vez por todas con la tercerización, porque se sigue con nuevas modalidades de contratos.
En esta movilización también se observaban carteles en contra de la explotación del Yasuní, del Plan Familia, de la Minería, de los Tratados de Libre Comercio con la Unión Europea, contra el endeudamiento con China, y la supuesta persecución a los líderes sociales, entre otros reclamos.
