La lluvia ayudó a apagar las llamas en Azuay, pero aparecen más focos en otras provincias
Un aguacero que cayó durante dos horas, en varios cantones azuayos, ayudó ayer a apagar las llamas que el fin de semana causaron problemas a los bomberos y alarmaron a varias comunidades.
Mientras en esta zona del Austro la naturaleza intervino, en Chilla (provincia de El Oro), los elementos de la casaca roja tenían casi controlado el fuego que desde la semana pasada arrasó 400 hectáreas de bosques.
En Cañar, hasta la tarde un flagelo continuaba activo en el bosque protector de Zhuya. Alrededor de 15 hectáreas fueron consumidas.
En Girón, Paute, Gualaceo y Cuenca donde se produjeron 60 incidentes solo este fin de semana, la situación está controlada. Un total de 450 hectáreas de chaparro y bosque natural quedó reducido a cenizas en esta región.
El director provincial del Ministerio del Ambiente, Estéfano Toracchi, indicó que existe una denuncia verbal contra una persona acusada de provocar una quema en Girón. “La señora estaba tratando de incinerar un área y el fuego se salió de su control”, afirmó el funcionario.
En la población orense de Chilla decenas de cultivos de maíz, fréjol y papa se destruyeron. El alcalde, Richard Cartuche, dijo que aún no se levantará el estado de emergencia.
Rolando Sigcho, director provincial del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), de El Oro, afirmó que Pigil, Pacay, Shuquil, Rare y Ventanas, fueron los sectores más afectados.
Unas 60 personas tuvieron que ser evacuadas de estas poblaciones por las amenazas de las llamas. María Jara, madre de cinco niños, lamentó la pérdida de sus cultivos y aseguró que en la madrugada trasladó a los animales a otros pastizales para evitar mayores daños.
En Chimborazo, provincia de la zona central, en lo que va de septiembre se han registrado seis incendios. El último ocurrió en la parroquia Licán, comunidad Punta de Agua Santa, el cual quemó cerca de 30 hectáreas de pino.
Conejos y ratas de campo carbonizados fueron encontrados por los elementos de los organismos de socorro.
En tanto que en la parroquia Quimiag, (en el páramo Toldo), hasta ayer no eran controladas las llamas, por lo inaccesible del sector. No existe un camino por el cual el Cuerpo de Bomberos pueda ingresar con las autobombas. Solo se observa el consumo del pajonal desde varios lugares de Riobamba.
Hugo Merino, director de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), cree que es muy poco lo que se puede hacer en ese sector. “No podemos ingresar. Solo esperamos que la naturaleza misma se encargue. Que llueva o que avance hasta un lugar cercano a una carretera para poder actuar”, afirmó.
En Cotopaxi, Ángel Baño, jefe de las unidades bomberiles de Latacunga, expresó que el sábado ocurrió un desastre que incineró 150 hectáreas de pajonal en Ticantilín de Mulaló, en la cara sur del volcán Cotopaxi.
El domingo se reportó otro incidente que afectó a varias zonas de hierba seca en la parroquia Ignacio Flores, sector Salache. Este ya pudo ser controlado.
En Tungurahua, en lo que va del mes van 47 incendios forestales, 26 de ellos sucedieron en Ambato. Al cierre de esta edición, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos reportó otros incidentes en El Osorio y El Tablón, en Portovelo (El Oro); Cotacachi y Antonio Ante (Imbabura); Saraguro, Chiquiribamba y Quilanga (Loja); y en Bolívar (Carchi).