Nuevamente las lluvias caotizan a la ciudad. La tarde del  jueves, el  aguacero inundó algunos locales de la avenida de Los Shyris y los  parqueaderos subterráneos de varios  edificios del barrio Jipijapa, en el norte de la ciudad. Los bomberos y personal de la Empresa de Agua Potable tuvieron que intervenir.   

A ello se sumó el tráfico vehicular ocasionado por el mal funcionamiento de algunos semáforos y, en la zona de Tumbaco, por un derrumbe a 100 metros del puente sobre el río Chiche.

Varios vehículos se desviaron por el Valle de Los Chillos para llegar a Quito, lo que generó malestar, sobre todo, entre quienes esa tarde arribaron al aeropuerto de Tababela. Pasadas las 18:00 el tráfico se intensificó casi en toda la ciudad y atravesarla tomó cerca de 2 horas.   

En el edificio Marsella, ubicado en la avenida de Los Shyris y Tomás de Berlanga, el agua lluvia alcanzó los 50 centímetros de altura en el estacionamiento. Retirar el agua les tomó cerca de 5 horas.

Frente a la situación, Luis Burbano, subgerente de saneamiento de la Epmaps, asegura que las soluciones para mitigar el impacto de las lluvias contemplan un mapeo de las zonas de riesgo y la ejecución del plan de lluvias, pues por ejemplo en la zona de la Jipijapa se estudia la posibilidad de cambiar las tuberías debido a que las existentes ya tienen alrededor de 50 años de vida, por lo que  no soportan el agua que genera la zona, es decir, su diámetro es muy pequeño.

Sin embargo, hasta que el proyecto se concrete, continúa la limpieza de tuberías y el mantenimiento de los sumideros.    

El plan de lluvias entró en vigencia en octubre del año pasado, precisamente para prevenir el impacto del invierno hasta mayo de este año. El programa se ejecuta a través de cuatro ejes: limpieza de sumideros, limpieza en las captaciones ubicadas en las quebradas, construcción de drenajes profundos o colectores de alivio, y la rehabilitación y mantenimiento del sistema de alcantarillado existente.   

Del mismo modo, Burbano indicó que como soluciones definitivas a las inundaciones se construyen colectores de alivio mucho más grandes que los que existen. Un ejemplo es el colector Anglo French, que mide 6 metros de largo y 5 de ancho y está ubicado en la zona de Miraflores, cuyo desfogue está en La Vicentina y atraviesa sectores como el parque El Ejido, que es la columna vertebral de las redes de pequeños colectores y sumideros de la zona centro norte.

Un trabajo similar se hará en el Centro Histórico con la renovación del alcantarillado en la calle Guayaquil, entre la Galápagos y Rocafuerte. Está previsto que la obra inicie en agosto próximo. Mientras que, al momento, la empresa metropolitana realiza en el barrio La Florida un cambio de tuberías.      

Para la limpieza de sumideros se destina un millón de dólares al año y para el mantenimiento de las captaciones en quebradas 600 mil dólares. La construcción de colectores de alivio cuesta entre 7 y 10 millones de dólares, dependiendo de la planificación anual.   

No obstante, el funcionario destacó la importancia de que la gente revise el estado de las tuberías de sus viviendas para prevenir incidentes.