Los cubanos que acampaban en el parque El Arbolito (al inicio del centro-norte de Quito) desde el jueves pasado fueron desalojados la madrugada de ayer.

A su llegada, la Policía pidió los documentos de los ciudadanos caribeños y retuvo a quienes no pudieron comprobar la legalidad de su estancia en el país. A los demás, los uniformados les pidieron que abandonaran el espacio público.

Sin embargo, unas horas después de ocurrido el desalojo, un grupo pequeño volvió al sitio. Otros, en cambio,  se apostaron afuera de la Unidad de Flagrancia, a donde fueron llevados los ‘sin papeles’.

El objetivo, según las autoridades, es establecer la situación migratoria de los isleños

Hasta el mediodía, funcionarios de la dependencia judicial  no emitieron declaraciones sobre la situación. Tampoco estaba claro cuántas personas se encontraban retenidas.

Amigos de los retenidos barajaban cifras que incluso superaban el centenar. Javier Arcentales, abogado de la Fundación Coordinación Migraciones y Recursos, que asiste a los caribeños, aseguró que eran más de 100 personas. Dijo que incluso existían 5 menores de edad.

No obstante, el ministro del Interior, José Serrano, dio a conocer que eran 63 las personas retenidas.

El Ministro dijo que “quienes estén de manera irregular en el país serán deportados a Cuba inmediatamente”, durante la ceremonia de ascenso a generales de Policía.

Serrano señaló que los isleños no tenían autorización para efectuar la concentración afuera de la dependencia judicial.

Los retenidos y otro grupo de cubanos piden a la Embajada mexicana que les conceda una visa humanitaria.

Su objetivo, según han declarado algunos, es permanecer un tiempo en México y luego tratar de cruzar hacia los EE.UU.   

Podrían acogerse así a la llamada política de ‘pies secos’, que beneficia a los cubanos, la que les permitiría, si logran pisar suelo estadounidense, quedarse allí y solicitar la residencia un año después. (I)