Los comerciantes quieren tener su propio centro comercial
La Ipiales nació de la costumbre del 'cacho'
Caminar por el mercado de la calle Ipiales no es igual a como solía ser hace 10 o 15 años. En aquella época, la zona era un hormiguero en el que se confundían cientos de compradores con los vendedores del lugar y alguno que otro comerciante informal.
Hoy, aunque no faltan clientes, transitar por los 3 pasillos del sitio resulta fácil a pesar de la cercanía del inicio de clases.
Gloria Cárdenas, presidenta de la asociación de comerciantes, dice que, a pesar de todo, todavía es un buen negocio tener un local. “No chorrea (el dinero), pero gotea. Hay que tener paciencia y tratar bien a los clientes”.
La dirigente, una de las fundadoras del mercado, cuenta que llegó a la zona en 1965, cuando tenía 16 años.
Lo hizo atraída por ‘el cacho’, como se denominaba a la reunión de vehículos que traían mercadería de contrabando desde Colombia. “Los cacharreros traían en las ‘papayas’ (carros) llantas, telas, toallas, pasta de dientes, brillantina y más cosas”.
Ciento ochenta de quienes compraban la mercadería colombiana empezaron “espontáneamente” a ocupar para sus ventas lo que entonces era simplemente la calle Ipiales, que conectaba a la Chile con la Mideros.
Utilizaban, en principio, bancos para ofrecer sus productos. Luego realizaban sus ventas debajo de carpas y guardaban sus mercancías en lugares cercanos que alquilaban como bodegas.
El recientemente fallecido Álvaro Pérez Intriago fue el primer alcalde que los reconoció y los ayudó a que construyeran los quioscos en que venden hasta la actualidad. El número de integrantes de la asociación también ha variado. De los 180 iniciales, pasaron a 240, luego a 320 y hoy son 402.
Los comerciantes de la Ipiales aspiran a mejorar las condiciones en las que trabajan. Tienen el proyecto de construir su propio centro comercial, similar a los centros comerciales del ahorro, en el espacio que ocupan.
Cuentan con los permisos de construcción, pero la crisis impide que todos los agremiados puedan reunir los $ 6 mil que costaría cada local de venta. Por ello buscan que la Alcaldía les conceda escrituras de sus negocios a fin de poder negociar créditos y empezar la obra. (I)