La facturación empezó sin controles especiales
Alberto Serrano se bajó ayer de un taxi de la cooperativa Libertad, en las inmediaciones de la Plaza de la Independencia (Centro Histórico) a eso de las 10:30.
Había tomado la unidad cerca de su casa, ubicada en el sector de Carcelén, situado unos 20 kilómetros más al norte, y contó que el costo de la carrera fue de $ 8. “Por suerte no encontramos mucho tráfico”, afirmó el ciudadano.
Al consultarle si el conductor le había entregado la factura como obliga la ley desde ayer, respondió que no se había acordado de ello, pues había realizado varias llamadas durante todo el trayecto. Y añadió que como contador conocía que el documento no tiene mucha utilidad para las personas. “Entiendo que no sirve para deducir gastos del pago del Impuesto a la Renta, que sería para lo que me interesaría”, afirmó.
Esto fue corroborado por una funcionaria del Servicio de Rentas Internas (SRI), quien dijo que aunque los gastos por movilización sí pueden ser descontados del tributo anual que se paga por las ganancias obtenidas, el papel que emiten los taxímetros homologados no sirve con ese fin.
“Si usted quiere incluir esos gastos en la deducción de sus impuestos debe pedir al taxista que le entregue una factura normal, en la que consten los datos del chofer y los suyos”, aseguró la asesora.
La mujer también dijo que en ese caso no importa si la tarifa de la carrera es de $ 1 (valor mínimo), $ 20 o más, pues la deducción se realiza sobre el total del gasto.
Mientras tanto, en un recorrido por la ciudad realizado antes del mediodía de ayer, no se detectó la realización de ningún operativo especial de control sobre el tema.
Guillermo Altamirano, director de fiscalización de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), destacó que esa entidad realiza operativos continuos.
“Como AMT no realizamos operativos especiales, sino recurrentes, desde noviembre del año pasado, cuando asumimos como Municipio la competencia de manejo del tránsito. Controlamos que los taxis tengan taxímetros, que los utilicen siempre y que los aparatos estén visibles; además que el vehículo tenga el permiso de funcionamiento respectivo”, señaló.
El funcionario añadió que los chequeos que realizan no tienen la finalidad de verificar la entrega de facturas, pues no tienen facultad para ello; ni siquiera si el aparato está homologado.
“La Ley de Tránsito establece únicamente que los taxis deben contar con un medidor del costo de la carrera en buen estado, sin alteraciones y debe ser utilizado las 24 horas del día”, insistió.
Según información de la AMT, desde noviembre pasado se han realizado 154 operativos y se ha multado a 269 conductores por no tener taxímetro o no utilizarlo todo el día. Altamirano dijo que se conoce extraoficialmente que 3.500 taxis ya tienen el taxímetro homologado en la capital.
Entre tanto, continúa el sentimiento de incertidumbre entre los propietarios y choferes de taxis.
Héctor Solís, quien conduce un taxi desde hace 25 años, aseguró que en el transcurso de la mañana ninguno de sus clientes le había pedido el recibo. “Los entrego por responsabilidad”, dijo el hombre.
En tanto que Pedro Regules desdeñó la medida adoptada por el Gobierno. “Creo que esto solo sirve para controlar nuestras ganancias. La emisión de las facturas hasta es un desperdicio de papel, porque la gente seguro las tirará”, afirmó.