Transportistas reclaman por operativos recientes y exigen su legalización
La demanda de transporte crece en la Simón Bolívar
Los propietarios, conductores y ayudantes de los 300 vehículos que integran la Asociación Simón Bolívar respiraron aliviados a mediados de junio pasado.
El día 14, el concejal independiente Eddy Sánchez (ex-Alianza PAIS) se reunió con ellos en el salón de actos del colegio Hermano Miguel La Salle y les dio a conocer que la Comisión de Movilidad del Concejo había aprobado un cronograma para su regularización.
El proceso debía culminar en agosto de este año con la legalización de las 6 agrupaciones que unen a través de la avenida Simón Bolívar al sector de Guajaló (al sur) con Carapungo (al norte) y a estos con Cumbayá (al oriente).
Desde entonces, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) controlaba el estado mecánico de los microbuses y furgonetas, así como las licencias y edad de los conductores (el año pasado había denuncias que menores de edad manejaban las unidades en ocasiones).
No obstante, el 18 de enero pasado se produjo un enfrentamiento entre transportistas y agentes civiles de tránsito, en una parte de la avenida Morán Valverde que sirve como parada sur de la Asociación Simón Bolívar.
Tras un operativo sorpresa de la AMT, los uniformados intentaron detener las unidades que estaban ese momento en la parada. El suceso concluyó con la agresión a 2 policías nacionales que apoyaban la acción y 2 transportistas detenidos a causa de los enfrentamientos. Un incursión similar se desarrolló ayer en un punto de la parroquia Guajaló, tras lo cual 6 automotores fueron retenidos.
Enrique Cerón, dirigente de la organización de transporte, reclamó por estas acciones y señaló que la liberación de las unidades significa para cada propietario el gasto de aproximadamente $ 1.000. “La multa que tenemos que pagar equivale a $ 800; a eso se suma el cobro de $ 50 diarios por derecho de estacionamiento en el patio de retención y, al menos, $ 200 para pagar a un abogado que haga los trámites”, refirió el directivo.
Cerón aseguró que en diciembre, cuando hacían seguimiento de la regularización, en el Municipio les habrían comunicado que el proceso avanzaba.
Al cabo de unos días, sin embargo, la situación ha cambiado. La explicación que habrían obtenido es que el cambio de procurador municipal detuvo el procedimiento hasta que el nuevo funcionario conozca del particular.
El edil Sánchez les habría dicho que en las próximas semanas se arreglaría la situación. En cualquier caso, la regularización ya no concluiría en agosto sino en diciembre.
Ayer, los agremiados a la Asociación Simón Bolívar al grito de ‘Exigimos regularización’ afirmaron que la conclusión del trámite es necesaria porque el universo de personas a las que atienden ha crecido.
Un estudio realizado en 2014 planteaba que 34.751 personas utilizaban diariamente los servicios de las operadoras que circulan por la Simón Bolívar. Sin embargo, datos actuales de las compañías señalan que el número de usuarios se ha elevado hasta 42 mil por día.
Un fenómeno extendido
La existencia de transporte no regularizado no se limita al borde oriental de Quito. En distintos puntos de la ciudad se ubican vehículos de diferentes modelos al amanecer y al anochecer.
En la mayoría de los casos, se trata de automóviles de varias marcas y años de fabricación que trasladan a ciudadanos desde y hacia zonas en las que no hay oferta de transporte convencional o municipal o donde estas opciones no cubren la demanda.
Un ejemplo de ello es la intersección de la calle Quichuas con la av. Mariscal Sucre (al sur), desde donde parten automóviles y furgonetas todas las mañanas hacia el centro-norte de la ciudad. Algo similar ocurre entre Carapungo y el parque La Carolina en las mañanas y las noches. (I)
DATOS
El Municipio no tiene un registro detallado de los sectores donde existe transporte informal ni un censo sobre el número de vehículos y conductores.
Gran parte de la transportación informal se desarrolla a bordo de automóviles cuyos propietarios y conductores tienen licencia sportman, en tanto que los vehículos no cumplen ninguna norma de homologación.
En algunos casos, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) realiza operativos de control; sin embargo, la mayor parte del tiempo aquello no ocurre y operan con tranquilidad.
En el caso de la Asociación Simón Bolívar, el compromiso de sus integrantes es utilizar el registro de regularización de su servicio para obtener créditos y adquirir unidades que sean homologadas por la autoridad.