La estación de san francisco fue proyectada a más profundidad para evitar dificultades
La demanda de pasajeros fue una variable para el trazado del Metro
El trazado de la Línea 1 del Metro de Quito es uno de los argumentos de quienes objetan parcial o totalmente el proyecto vial.
Durante la pasada campaña por la Alcaldía, por ejemplo, Gonzalo Pérez, candidato por el Prian, habló de la inconveniencia del paso del sistema de movilidad por la zona del Centro Histórico. Pérez planteó como alternativa una desviación de la ruta original a través de la zona de La Marín.
Una propuesta similar maneja en estos días el presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), Hermel Flores, quien plantea “buscar un mejor trazado de la línea que evite destinos como el de la Plaza de San Francisco, pero sin afectar el número de paradas”.
Las críticas al diseño señalan, por un lado, eventuales riesgos para la parte colonial de la urbe durante la fase constructiva y la operación del sistema; adicionalmente, se censura que el dibujo del túnel subterráneo no sea totalmente lineal, lo que supuestamente encarecería los costos.
La línea fue determinada por la anterior administración municipal con base en los estudios de la empresa Metro de Madrid, explicaron exfuncionarios del área.
Carlos Páez, actual concejal y exsecretario metropolitano de Movilidad, manifestó a EL TELÉGRAFO: “El trazado y la ubicación de las paradas se establecieron con base en lo que determinaron los análisis respecto a la demanda de pasajeros y a las necesidades de interconexión entre los distintos elementos del sistema integrado de transporte, al que se añadirá el Metro”.
Édgar Jácome, exgerente de la Empresa Metro de Quito, señaló que, por ejemplo, se planificó la parada de la Universidad Central del Ecuador porque en ese punto habría unos 58 mil potenciales usuarios (50 mil estudiantes y 8 mil funcionarios, en promedio).
En tanto que el desvío hacia el noroeste, a partir de El Ejido en dirección a La Pradera e Iñaquito, se sustenta en el proyecto de construcción de las plataformas gubernamentales de Gestión de Sectores Estratégicos y de Gestión Financiera, respectivamente. En cada una laborarán en promedio unos 5 mil funcionarios, los que se sumarán a la demanda normal de pasajeros existente en el centro-norte.
Según Jácome, la utilización de las estaciones ya existentes El Recreo y Quitumbe (ambas en el sur), se proyectó debido a la facilidad que ofrecerán para interconectar al Metro con los otros elementos del sistema integrado de movilidad, como el Trolebús y los corredores Suroriental y Suroccidental.
En cuanto al paso de los trenes por el Centro Histórico y el establecimiento de una parada debajo de la Plaza de San Francisco y otra en La Alameda, ello se relaciona con la demanda existente en la zona.
Estas cifras están recogidas incluso en la ‘Propuesta de ampliación y mejoramiento del Trolebús de Quito’, trabajada por la consultora del experto en movilidad César Arias, que intervino en la elaboración del proyecto del Metro.
En el documento se establece que actualmente las paradas del Trolebús entre el parque quiteño (La Alameda) y el sector de Santo Domingo (ubicado en pleno sector colonial, al igual que San Francisco), son las que registran cotidianamente el mayor número de embarques. Y a partir de allí se decidió el cruce del Metro por el centro.
Por otro lado, en el caso de San Francisco, la estación estará a mayor profundidad que las restantes para evitar problemas con las edificaciones patrimoniales del sector.
DATOS
En su primera etapa de operación, el Metro de Quito funcionará con 18 trenes, que tendrán capacidad para transportar a 1.500 personas por viaje. Con ello, el sistema podrá movilizar hasta 400 mil ciudadanos en cada jornada.
Está proyectado el funcionamiento de 15 paradas, lo que implica la construcción total de 13 de ellas y el acondicionamiento de espacios en las actuales estaciones del sistema integrado en El Recreo y Quitumbe.
Las estaciones de El Labrador y La Magdalena, que forman parte de la llamada Fase I del proyecto, son edificadas por la empresa Acciona. En ello se invierten unos $ 70 millones y estarían listas en diciembre.
La Línea 1 del Metro de Quito tendrá una extensión de 22 kilómetros y cubrirá desde El Labrador (norte) hasta Quitumbe (sur).
La velocidad promedio a la que circularán los trenes está proyectada en 37 kilómetros por hora (km/h).