La contenerización de basura registra problemas en Quito
“El olor es cada vez más insoportable y es más frecuente la presencia de moscos. Hay perros callejeros que rompen las bolsas con basura, lo que empeora la situación”.
Esa es la situación que vive Inés Fernández, empleada de un local de ropa que tiene su establecimiento a 30 metros de un contenedor de basura.
El local se encuentra en la calle Vaca de Castro, a pocos metros de la avenida Occidental, al norte de la ciudad.
A lo largo de la avenida funcionan al menos 40 establecimientos que comercializan comida y se observa que los puntos donde se deposita la basura están literalmente ‘saturados’ de restos, lo que genera una falta de sanidad, a decir de los moradores.
“El problema se inició en Navidad. La gente bota los restos de comida, los papeles de los regalos y muchas cosas viejas. Ya en Nochebuena, no había dónde poner la basura”, expresó Claudia Rivas, vendedora informal del sector.
Irónicamente, la acumulación de restos es más evidente en los puntos en donde se colocaron mayor número de depósitos.
Así se pudo constatar en la calle Sabanilla, entre Guerrero y la avenida De La Prensa, en donde hay tres vagones. Dos de estos se encuentran en la intersección Juan de Ampudia, justo a la entrada de un seminario.
“La gente llega y bota encima de otras bolsas porque no hay dónde más poner los restos. Hay temporadas que se ha acumulado todo pero lo que pasa en estos días ya fue el colmo”, expresó una moradora.
Hay quienes creen que el problema empeora porque las personas no utilizan adecuadamente los depósitos. Esa es la impresión de Belén Cuichea, propietaria de una tienda ubicada en la Rigoberto Heredia entre La Machala y Guerrero. En este punto hay cuatro contenedores que no dan abasto.
“La gente utiliza esos basureros para botar restos que no debería, como hierba recién cortada o material de construcción. Eso llena las urnas y luego no hay dónde botar los desperdicios”, expresó la comerciante.
La mujer añadió otra razón por la cual las calles lucen tan sucias y es porque los recicladores o vendedores de botellas sacan las bolsas de estos vagones, las rompen, extraen los artículos que necesitan y dejan sucio el lugar.
“En ambos casos debería haber controles para que las personas mantengan limpio el lugar. La gente también es responsable de la limpieza”, opinó la ciudadana.
Mientras en unos puntos, el servicio es escaso, en otros sectores es ‘a medias’. A las 10:30 de ayer, personal de limpieza realizó un recorrido en el sector de Las Casas (norte) para retirar los restos a lo largo de la calle Selva Alegre. No obstante, el camión recolector se encontró lleno a su capacidad.
Leonor Figueroa, moradora, se quejó de que el personal no retiró los escombros de un contenedor localizado en la intersección Domingo Espinar. “Vienen un día, retiran un poco de la basura de un número de casas y no nos ayudan en otros puntos. No podemos con tanta basura. Hasta tenemos miedo de que vengan las ratas”, cuestionó la mujer.
En la calle Vaca de Castro hay varios contenedores que están repletos de basura. En los alrededores funcionan puestos en donde se vende comida. Foto: John Guevara / El Telégrafo
Municipio reconoce que los recolectores colapsaron
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, reconoció que se realizan acciones para remediar el problema. No obstante solicitó a la ciudadanía cooperación. Y eso consiste en no arrojar basura y respetar los puntos de recolección.
Según información difundida por el Cabildo, el 80% de recolectores colapsó. Por esta razón el Municipio de Quito inició el proceso de adquisición de una nueva flota para la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo EP) y además se realizan gestiones para el mantenimiento de las unidades que aún funcionan.
“Estamos conscientes de la gravedad del tema. Quiero decirle que la situación de Emaseo, en el inicio era sumamente compleja, en ese sentido estamos trabajando, no solamente para renovar el parque automotriz, sino también, mantener la flota existente”, detalló Rodas.
Emaseo emitió el pasado miércoles un comunicado con el cual señaló que la empresa sí realizó la limpieza de la ciudad, durante la época navideña.
Según el organismo se recolectaron 4.442 toneladas de residuos sólidos.
Emaseo aseguró que el servicio se cumplió entre el sábado 23 y el martes 26 de diciembre. Añadió que el sábado 23 y el lunes 25 fueron los días de mayor producción de desechos ya que se recogieron más de 3.000 toneladas de residuos, en tanto que el domingo 24 se recogieron 871 toneladas de restos.
Emaseo detalló que en épocas navideñas es más recurrente la generación de restos, especialmente de materiales como papel, producto de empaques y desperdicios orgánicos, como restos de alimentos.
A través de la red social de Twitter, Emaseo divulgó un comunicado de prensa con el que ofreció disculpas públicas por la situación.
Juan Pablo Muñoz, gerente de Emaseo, anunció que se tomaron medidas para repotenciar el servicio, el cual será regularizado en los próximos días, a través de un plan de contingencia.
Según el funcionario, está prevista la incorporación de 30 volquetas de otras instituciones municipales, las cuales recogerán los residuos que están fuera de los contenedores. Emaseo informó además que en 2018 se prevé la adquisición de nueva maquinaria para solucionar este problema.
Diario EL TELÉGRAFO, a través del Departamento de Comunicación de Emaseo, solicitó una entrevista con el gerente de la Empresa.
El personal garantizó que se daría el encuentro, pero hasta el cierre de esta edición no confirmaron la hora. (I)
En el sector de Las Casas se realiza un retiro parcial de los escombros. Los moradores aseguran que los recolectores no brindan un servicio completo. Foto: John Guevara / El Telégrafo