Los vecinos del barrio Quillallacta  (en el sur de Quito) están molestos luego de que la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) interviniera hace 15 días un lote de terreno en donde pretende construir un patio de retención vehicular.      

El espacio, al que serían llevados los taxis informales, forma parte de un acuerdo firmado por el alcalde Mauricio Rodas con los conductores ‘amarillos’ regularizados.

Carlos Brunis, presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte en Taxis de Pichincha, ha señalado que el gremio estará atento  al cumplimento del acuerdo; en caso contrario, no descartan realizar movilizaciones.

Por su parte, los moradores del mencionado barrio de Quitumbe señalan que en el terreno elegido, de aproximadamente 13 mil metros cuadrados, no se puede construir el patio de retención porque estaba destinado a uso recreacional de los habitantes.

Los vecinos exigieron a los funcionarios municipales detener la intervención y -dijeron- que de no hacerlo adoptarán medidas. “Llegaremos hasta las últimas consecuencias, este espacio le pertenece a la comunidad”, mencionaron.

El dirigente barrial Milton Caizatoa indicó que el predio está sujeto a las normas del Proyecto Especial Ciudad Quitumbe, el cual establece que el 70% del espacio debe destinarse a la construcción de áreas verdes y recreativas.

Mientras que el 30% restante está destinado a la construcción de espacios de tipo comunal, religioso, deportivo y cultural.

Añadió que en febrero del año pasado, la comunidad obtuvo la aprobación del Informe de Regulación Metropolitana (IRM-517101), en el cual se indica que el predio es un área municipal destinada a equipamiento y área verde, mas no a otro tipo de usos.

Cristina Aldaz, moradora del sector, comentó que la comunidad no tenía abandonado el lote como aseguraría la AMT, pues mediante mingas, los vecinos adecuaron en el terreno canchas de uso múltiple y espacios familiares.

Aldaz dijo que la agencia colocó sin un diálogo previo una capa de asfalto en el terreno y que tras los reclamos de los vecinos, los funcionarios de la entidad habrían abierto la posibilidad de un acuerdo. En  este se entregaría el 5% del espacio a la comunidad, dejando el resto para el patio de retención vehicular.

Luisa Maldonado, concejala por Alianza PAIS (AP) y presidenta de la Comisión de Hábitat y Vivienda, mencionó que la semana pasada, envió una carta al Alcalde en la que le solicita el respeto a la normativa municipal. La edil también hizo una observación al respecto en la sesión del Concejo del 22 de diciembre. En ninguno de esos casos ha obtenido respuesta.

 “El Municipio no ha sido capaz de revisar la ordenanza que indica que la parroquia Quitumbe fue creada para construir viviendas. El Cabildo identifica esos espacios y quiere construir cualquier proyecto,  aunque no sea compatible con el uso del suelo”, reclamó Maldonado.

En Quillallacta viven actualmente unas 4 mil personas y la constructora encargada prevé edificar 8 manzanas más en aproximadamente 24 meses.

Con ello, 2 mil personas más habitarían en la zona, lo que incrementa la presión de espacios verdes y comunitarios. (I)