Los siniestros viales se redujeron más del 50%, según el municipio
La av. Simón Bolívar sigue siendo una vía peligrosa
El número de accidentes en la av. Simón Bolívar (en el oriente de Quito) se redujeron el 50% entre 2015 y 2016, de acuerdo con estadísticas de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT).
Esta cifra es la mayor, según el informe, que menciona también a la Mariscal Sucre, con una accidentabilidad 42% menor, Ruta Viva (34%, menos) y una reducción de siniestros de 31% en la Panamericana Norte.
La tendencia se mantuvo en los primeros cuatro meses de este año donde hubo decrecimientos entre el 34% y 40%, de acuerdo con la misma fuente.
El Cabildo atribuye la situación a los 18 fotorradares instalados en dichas arterias entre junio de 2015 y enero de 2016.
Adicionalmente da crédito a la ejecución de campañas de concienciación dirigidas a conductores, tales como ‘Te queremos a salvo’ y ‘Márcale 0 al alcohol’.
A pesar de ello, los accidentes continúan en la capital con saldo de pérdidas materiales, incluso de vidas.
Un ejemplo es el ocurrido anteayer en la av. Simón Bolívar, a la altura del puente de Guápulo, donde un camión se volcó derramando su carga de baterías -además de aceite- y dejó herido a su conductor.
El hecho obstaculizó el tránsito por la avenida hasta inicios de la tarde, generando filas de vehículos de 10 kilómetros, incluso más. En el mismo sector de la ruta periférica quiteña un tráiler se estrelló contra un poste la madrugada del 27 de junio.
En tanto, el sábado 24 de junio una mujer falleció al estrellarse contra un poste a la altura de la Universidad Internacional de Ecuador (UIDE) a bordo de un automóvil Hyundai blanco.
Dos días antes, una camioneta y una furgoneta se impactaron en el mismo sector de la Simón Bolívar, causando heridas a tres ocupantes de los automotores.
Bertha López, moradora del barrio La Forestal, considera que esa avenida quiteña “es muy peligrosa todavía”.
Cree que los radares pudieron contribuir para que los conductores redujeran la velocidad en las cercanías de estos aparatos, “pero en el resto del trayecto corren como si estuvieran locos”.
La mujer afirmó que muchos de los accidentes que ocurren en la autopista capitalina son desconocidos y que solo se saben de los más graves. “Prácticamente todos los días hay roces, choques y atropellamientos. Pero solo cuando se arman problemas de tráfico y los choferes reclaman se conocen”.
Remigio Sánchez coincide en que el uso de tecnología -como la de los medidores de velocidad- está bien, pero cree que debería complementarse ese tipo de herramientas con la mayor presencia de agentes de tránsito.
“Muchos accidentes, sobre todo los de camiones, suceden en la noche y madrugada. A esas horas también debería existir patrullaje para controlar y evitar desgracias”.
Entre tanto, la Municipalidad complementa el funcionamiento de los radares con otras acciones.
En enero de 2016, por ejemplo, la empresa de obras públicas colocó 61 atenuadores de impacto en sectores considerados de alta accidentabilidad de la avenida.
Esos elementos se colocaron en el puente de Gualo, en los redondeles de Gualo y Zámbiza, en el ingreso a Nayón, Monte Olivo, Perla Quiteña, bajada a Guápulo, en las entradas de la vía Interoceánica, Ruta Viva, autopista Rumiñahui y Morán Valverde. (I)
La Municipalidad busca reducir el nivel de accidentabilidad en la av. Simón Bolívar con el uso de fotorradares, señalética y atenuadores de impacto. Foto: Cortesía