Édgar Jácome, exgerente de la Empresa Metro de Quito, sostiene que el sistema de movilidad subterráneo es tan solo una de las soluciones a los problemas de transportación masiva y tránsito de la capital.

“La respuesta para el tráfico y las dificultades de desplazamiento en Quito está dada por un sistema integrado de transporte masivo; un sistema que comprenda diferentes componentes como el Metrobus Q (corredores Suroriental, Suroccidental), Ecovía, Trolebús, los buses convencionales y adicionalmente el Metro”, asegura el exfuncionario.

En la ejecución de soluciones al tránsito en Quito intervienen otras variables: por ejemplo la conformación alargada de la ciudad; su orografía con la presencia de colinas y cauces profundos; y la dispersión poblacional experimentada en los últimos 30 años hacia los valles circundantes.

Debido a esta condiciones, según Jácome, “el Metro por sí solo no es la solución, aunque debido a sus características fue concebido como el eje articulador del futuro sistema de movilidad quiteño y su presencia es indispensable”.

Para el funcionario, aunque la repotenciación de la flota de transportate municipal actual estaba en los planes de la Alcaldía de Augusto Barrera y se dieron pasos al respecto, dicha medida también resultaría insuficiente a largo plazo.

El propio Jácome sostiene que el crecimiento del Trole no solucionaría definitivamente el tema “por su capacidad; porque necesitaremos cubrir más demanda en el futuro y este es el momento de construir un sistema como el metro, que puede seguir creciendo con la creación de las líneas 2 y 3, y acompañar así el crecimiento dinámico de la ciudad, donde también irá aumentando la demanda de transporte. Y el metro responderá a dicha demanda”.

En contraposición, la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicom) impulsó la semana pasada la idea de que se declare desierto el concurso para la segunda fase del Metro, tras conocerse que las ofertas de los 4 consorcios precalificados exceden el precio base establecido en cerca de $ 1.200 millones.

El titular del gremio, Hermel Flores, promueve un análisis para conocer cuán apropiado es construir el proyecto y compararlo “con otras alternativas que podrían ser más convenientes técnica y económicamente”.

Por ejemplo Flores considera idóneo el proyecto desarrollado por la firma A&V Consultores, del experto en movilidad César Arias. En este plan consta como solución vial el mejoramiento del Sistema Trolebús.

Arias fue el cerebro detrás de la estructuración del proyecto del trole durante la administración municipal de Rodrigo Paz (1988-1992) y concibe a ese medio de locomoción como la salida para mejorar la transportación masiva capitalina.

En el estudio propuesto, que fue entregado por los propios Paz y Arias a los aspirantes a la Alcaldía Augusto Barrera y Mauricio Rodas en febrero pasado, se incluye el bajo nivel de contaminación que genera el trole como uno de los argumentos principales a su favor.

Esta característica es compartida por el tren subterráneo, cuya operación se efectúa con electricidad.

El documento, denominado ‘Propuesta de ampliación y mejoramiento del trole de Quito’, aborda además de la posibilidad de incrementar el número de usuarios del sistema público mediante la compra de troles con capacidad para transportar a 280 pasajeros. Esto significaría un aumento a lo que ocurre con las unidades actuales de 180 viajeros (55% más en cada uno).

Por otra parte, los trenes del Metro podrán llevar hasta a 1.500 personas por viaje, con un estimado de 400 mil personas totales por día, elevando en 80% la oferta de transporte en relación con el trole.