Son las 10:00. A simple vista no se observa el caos vehicular que un mes atrás detenía el tránsito en la avenida Mariscal Sucre, a la altura de San Carlos.

El intercambiador que se edificó sobre la unión de esa vía y la Fernández Salvador (occidente de Quito), alivió el tránsito automotriz en esa intersección; pero según los moradores, la dificultad está algunos metros más al sur, en la calle César Villacrés.

“El problema es que por ahí van y vienen los autos del Pinar Bajo y detienen el tránsito. Si no se hacen correctivos, de nada sirve el nuevo intercambiador. Ahora no se ve ningún inconveniente porque los chicos están en vacaciones, pero en época de clases el panorama no mejoró”, comentó Susana Porras, dueña de un minimercado en el sector.

Lo ideal, según los habitantes, es que se mantenga, al menos en horas pico, el cierre de  la circulación por la calle Villacrés. “La policía ya hizo eso y dio buenos resultados, la congestión desapareció por completo. Ojalá se mantenga porque así se agilitará el tráfico y los tiempos de recorrido serán más cortos”, contó Andrés Enríquez, quien a diario utiliza esa vía para desplazarse a su trabajo.

Por esa misma razón se suspendió el giro en “U” que se hacía bajo el puente peatonal que conectaba El Pinar con la antigua Jefatura de Tránsito. Ahora esa opción solo existe precisamente en el semáforo de la Fernández Salvador.

En el sentido sur-norte, los giros se mantienen por vías como la José Herboso o la av. Florida. Los trabajos para la construcción del intercambiador, que consta de cuatro carriles (dos norte-sur y dos en sentido contrario) duraron 11 meses y el costo total de la obra fue de  6’215.928 dólares. Los carriles del viaducto tienen un ancho de 3,50 m, mientras los pasos laterales, de 3,30m.

Restan por refaccionarse las columnas de soporte del puente peatonal, que fueron tumbadas en la construcción del viaducto de 390 metros de longitud.

Al momento, el paso está sujeto por dos andamios incrustados como tornillos en la tierra que existe en el parterre,  lo que genera riesgos para el peatón. En el parterre se están ubicando plantas ornamentales.

Dentro de la planificación de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) está prevista la refacción del puente, ofrecimiento que se hizo público el viernes pasado en la ceremonia de entrega oficial.

“Esperemos que eso pronto se solucione porque hay niños y ancianos que requieren más tiempo para cruzar la calle y no lo pueden hacer mientras los semáforos están en rojo”, indicó Jhony Bolaños, comerciante informal de ese sector, quien aprovechaba los “trancones” para vender sus productos a los conductores. Por eso hoy la demanda ha disminuido. “Lastimosamente lo que para la mayoría era malo, para mí no lo era. Cuando circulaban de forma lenta los autos uno tenía más chance de vender, pero ahora hay que aprovechar solo el cambio de luces en el semáforo”.