La madrugada de ayer, jueves 4 de julio, efectivos de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y del Ministerio del Interior, desalojaron a 79 colombianos entre adultos, niños y personas de la tercera edad.

Durante dos semanas, los ciudadanos extranjeros se apostaron en la dependencia de las Naciones Unidas con colchones y cobijas, a la espera de que atiendan sus demandas. Ellos pidieron que se solucione un problema de reasentamientos.

Esta situación generó malestar en la zona, no solo porque se trata de un sector residencial, sino porque se propició una situación de insalubridad cerca a multifamiliares, una instalación de Spa, un restaurantes y un local de cerveza artesanal.

La propietaria de uno de los locales felicitó la acción de ejecutada, ya que había condiciones de insalubridad. "Los clientes ya dejaban de venir porque empezaron a pedir caridad, dijo.

Julio Proaño, morador del sector, aseguró de que se empezó sentir mal olor en el alrededor. "Eran personas que hacían sus necesidades en el lugar", aseguró.

El desalojo se realizó luego de que se presentara un oficio para desalojar a los extranjeros, a decir de Euclides Mantilla, secretario de Seguridad y Gobernabilidad del Municipio.

Johanna Heredia, labora como asistente de contabilidad en una de las oficinas del sector. Opinó que no es la primera vez que extranjeros se ubican en los exteriores del Acnur para que resuelvan sus trámites de residencia. Contó que eso hicieron el año anterior, cuando el Acnur funcionaba en la Amazonas y Mariana de Jesús.

"Sería bueno que el Acnur funcione en otro lado para que se atiendan esos problemas", opinó.

Daniela Balarezo, intendente de Pichincha, aseguró que se mantendrán los controles necesarios para que no se vuelvan a repetir estos hechos. "Ellos (los extranjeros) deben cumplir con las obligaciones de ciudadanía y respetar el orden público", dijo. (I)