Vecinos de San Blas responsabilizan al Municipio de Quito por el colapso de la casa
La remoción de escombros continúa a 3 días del colapso de una vivienda en la calle El Vergel y avenida Pichincha, en el sector de San Blas (centro de Quito).
Los propietarios de locales comerciales piden respuestas al Municipio por el derrocamiento de la vivienda. Sus negocios quedaron en escombros. Recién este miércoles empezaron a aparecer los telares que eran parte de la materia prima de un negocio de confección de ropa deportiva, que funcionaba desde hace 30 años en el lugar.
Fernando Sagnay Poveda, propietario del establecimiento comercial, miró con desesperación los tubos de telas que aparecieron entre la tierra y que quedaron deteriorados tras el colapso de su puesto, el pasado lunes 5 de diciembre.
El hombre estima que perdió $ 80 mil, de los cuales $ 20 mil fueron por materia prima; cada telar tenía un valor de $ 180, pero, según contó, lo más grave fue el daño de los modulares, computadoras y maquinaria.
Sagnay tenía dos empleados, pero de este puesto también dependían otras 15 personas que trabajaban en almacenes artesanales.
Lo que más le preocupa al comerciante es que todavía no recibe una respuesta ni del dueño del inmueble ni del Municipio. "Voy a esperar que me pase el shock y luego veré qué puedo hacer porque creo que esto es negligencia del dueño de casa y del constructor", dijo.
Los moradores del sector aseguran que la caída de la vivienda se produjo pocos días después de que iniciara la construcción de bulevar. Durante estos trabajos sintieron movimiento de la casa, sin embargo, pensaron que se trataba de vehículos que circulaban por el lugar.
Tras el colapso de la casa, quedaron afectadas cuatro familias (entre 4 y 5 personas) y los propietarios de dos negocios de ropa deportiva. No se registraron heridos porque los habitantes evacuaron el lugar poco del colapso de la vivienda.
Las familias afectadas no pierden la esperanza de recuperar sus bienes. Este miércoles 7 de diciembre se concentraron en el lugar; miran y esperan que alguna autoridad les permita retirar lo poco que queda.
Edith Mafla vivía desde hace cinco años en el segundo piso de la casa, que tenía dos pisos y un subterráneo, y era una propiedad de Alexandra Espinosa, una de las dueñas.
Mafla contó que todos los muebles del dormitorio de su hija quedaron destruidos (computadora, televisión, las cómodas y la cama), al igual que los artículos de la cocina (refrigeradora, cocina y utensilios).
Con las justas, dijo, logró salvar los muebles de la sala, pero sigue a la espera de que se remuevan los escombros para recuperar la cama de su dormitorio, que -según ella- se encuentra intacta. "Solo quiero que me ayuden para recuperar las cosas de mi hija y todo de la cocina. Estamos esperando a que limpien para ver qué cosas puedo recuperar".
Isabel Puente, cuidaba al adulto mayor Carlos Tirado, quien también vivía en el segundo piso. Perdió su ropa, mientras que Tirado toda los muebles de la vivienda, que arrendaba.
La mujer pasa la noche en un albergue de El Tejar. Al igual que sus vecinos, la mañana de hoy también se agolpó al frente de uno de los establecimientos para ver si puede sacar alguno de sus enseres. "Yo sigo con la ropa de dormir que llevaba el lunes: un pantalón para dormir y un suéter. Todo lo perdí, estoy en la calle", replicó.
En el sector hay al menos 12 puestos que también se dedican a la venta de artículos deportivos. Sus propietarios señalan que debido al cierre de la calle sufren altas pérdidas económicas.
Ramiro Taipe, propietario del puesto Alexander Sport, que funciona hace 8 años, estimó que al día está perdiendo alrededor de $ 500. El lunes, por ejemplo, no le permitieron el paso por motivos de seguridad.
Ayer y hoy que logró abrir su local, los clientes no llegaron a comprar. "No se puede trabajar. Estamos preocupados porque la renta y las deudas no esperan", comentó.
La avenida Pichincha, en sentido sur-norte, se encuentra parcialmente bloqueda para evitar cualquier inconveniente durante el retiro del material.
Juan Zapata, secretario de Seguridad del Municipio, precisó que sí la casa se desplomó por los trabajos del bulevar, el consorcio, responsable de la construcción, deberá responder a los ciudadanos. Sin embargo, que se realizarán las investigaciones. Esperan elaborar un informe técnico.
Ramiro Espinosa, ingeniero del consorcio que se encuentra a cargo de la obra del bulevar, estimó que se trabajará a tiempo completo para limpiar el lugar en un plazo de 2 días.
Detalló además que se colocarán plásticos para evitar filtraciones de humedad y que será el Municipio quien determine sí continúan con la construcción del bulevar.
"El dueño de casa ha estado construyendo como un castillo de naipes. Se ha estado haciendo departamentos en el aire por eso es que todo se vino abajo", dijo Espinosa.
Sin embargo, los vecinos del sector señalaron que se evidenciaron cuarteaduras en las paredes y desnivel en los umbrales de las puertas, poco después que llegara la maquinaria del consorcio, que trabaja con el Municipio de Quito.
Espinosa reconoció la advertencia de los moradores del sector. Esperan que el Cabildo determine sí los trabajos siguen. (I)