Incendio de Lumbisí asciende al monte Auqui y ocasiona zozobra
Un inusual olor a humo y residuos de ceniza fueron percibidos por los habitantes del barrio San Francisco de Pinsha Alto, el jueves 6 de septiembre pasado. Cuando observaron que las llamas se propagaban hacia sus hogares decidieron encarar con valentía el problema: armados con ollas y tanques con agua evitaron que trascendiera.
Con la ayuda del Cuerpo de Bomberos, los moradores del sector eliminaron el peligro de incendio en sus viviendas y dieron seguridad física a sus familias, para evitar que las llamas se dispersaran en los alrededores.
Ayer, desde las 05;00 se reactivó el incendio que se originó en Lumbisí. Esta vez se extendió hacia la avenida Simón Bolívar, principal arteria de descongestionamiento intervalles, y se coló en las laderas del monte Auqui, en el sector nororiental de la capital.
“Un foco de llamas aislado en una quebrada pudo haber reiniciado el incendio en la zona. Ahora la lucha es para que no se convierta en un incendio de copas”, señaló César Padilla, bombero del Distrito.
La Simón Bolívar, a la altura de la Universidad Internacional, fue acordonada por miembros de la Policía Nacional y se permitió que solamente se utilizara uno de los tres carriles de la vía para impedir que las llamas alcanzaran los vehículos, además para facilitar las tareas de las autobombas y tanqueros.
Este hecho provocó un tráfico de vehículos, al menos, de cinco kilómetros en el sentido norte-sur.
En el sector se movilizaron 50 bomberos de Quito, 30 bomberos de Tungurahua, 70 policías metropolitanos, 40 policías nacionales y, por primera vez, 50 militares que se unieron a la mitigación de los incendios en la capital, luego de la declaratoria de emergencia por parte del alcalde Augusto Barrera.
“Nuestro grupo está conformado por 50 militares de tropa y tres subtenientes. 50 uniformados más esperan órdenes del Comité de Operaciones de Emergencia y el Municipio, en el cuartel Epiclachima”, manifestó el capitán Galo Mosquera, jefe del operativo militar.
Temor se vive en Guápulo
Los habitantes de los barrios San Francisco de Pinsha Alto, Santa Rosa, la Comuna de Lumbisí y San Juan Alto manifestaron su preocupación por la dificultad que ha tenido el Municipio para controlar el incendio en la zona.
Uno de los argumentos es la falta de capacidad de reacción de los bomberos, aunque ahora laboran 36 horas continuas.
“En el año 2009 sucedió un evento similar al que ahora aqueja a Quito, pero había un rápido accionar de los guardabosques de la zona para coordinar las tareas de mitigación. Los bomberos deben aplicarse y el Cabildo debe destinar los recursos necesarios para evitar que haya un gran daño forestal”, dijo Bertha Acuña, moradora de San Francisco de Pinsha.
Mientras tanto, Carlos Navarrete, de San Juan Alto, pidió que se usen los métodos necesarios para aplacar las llamas en los días posteriores. “Aunque ahora ya no haya fuego, se debe repasar el riego de agua, porque si hay una reactivación, y llega a la cima de los árboles, tendremos que sentarnos a ver los juegos artificiales llegar al hipercentro de Quito”, manifestó.
El director logístico del Cuerpo de Bomberos de Quito, Fabián Arrieta, señaló que se tomarán las medidas necesarias de apoyo logístico para impedir que haya reactivación, con el objetivo de evitar que potenciales llamaradas asciendan al monte Auqui y se acerquen a Guápulo (nororiente) y Monjas (al sur).
Las cifras son alarmantes
Según el Municipio, hasta el momento el número de incendios forestales asciende a 2.053. Desde el 1 de junio de este año los flagelos han afectado 1.154 hectáreas, cifra que supera en un 200% la devastación de la temporada de incendios de 2009, uno de los años de mayor incidencia.
El 96% de los 2.053 incendios forestales registrados desde junio corresponde al nivel 1, lo que significa una afectación menor a dos hectáreas. No obstante, se han producido 17 eventos de nivel 3 que han devastado aproximadamente 600 hectáreas, lo que implica un promedio de 35 hectáreas por evento.
El alcalde Barrera indicó que del 1 al 6 de septiembre se han registrado cinco eventos de nivel tres, en los que los equipos de bomberos han trabajado en jornadas de hasta 72 horas seguidas.
Por ejemplo, el turno de los bomberos que ingresó a trabajar el viernes 7 de septiembre a las 08:00 salió ayer a las 20:00. Ese fue el caso del bombero Padilla: “En muchos años no se habían registrado escenarios como los que actualmente vive la capital. Todos los bomberos estamos trabajando 12 horas adicionales durante la emergencia”.
Antes los bomberos trabajaban las 24 horas y descansaban dos días, ahora los turnos han cambiado para favorecer la mitigación.
En el operativo contra incendios, los bomberos utilizan autobombas y tanqueros que tienen una capacidad de 250 galones y 750 galones, respectivamente. “Las autobombas son más versátiles para subir a lugares complicados, como al sector de Lumbisí”, agregó Padilla.
El Cabildo indicó que en las ocho administraciones zonales se han presentado 1.696 incendios de nivel 1, 68 de nivel 2 y 16 de nivel 3 y el número de hectáreas afectadas es de 213,86 en el nivel 1, 341,6 en el nivel 2 y 599 en el nivel 3.
Según estimaciones del Cuerpo de Bomberos, la reactivación del incendio de Lumbisí pudo haber afectado, al menos, 30 hectáreas. Hasta el cierre de esta edición, el fuego en la parte superior de la avenida Simón Bolívar no había sido solucionado en su totalidad.
A parte del incendio registrado en el sector Lumbisí, otros puntos también fueron afectados por las llamaradas, aunque en menos intensidad, como Monjas, Zambiza, El Panecillo, Guápulo y la Armenia 2.
Según información de la Sala de Situación Metropolitana, el 99,9% de los incendios forestales se ha generado por causas antrópicas, es decir provocado por la acción del ser humano. Estos incendios intencionales son en un 5% quemas agrícolas, 27% quemas en terrenos baldíos (hierba seca), 11% en bosques, 55% quema de pajonales y un 2% ocurre en parques.