La preparación de la base del producto la aprendieron en inglaterra
Helado de colada morada seduce el paladar quiteño
Mauricio Lafebre y Ana García son el complemento perfecto en la cocina. A él le encantan los dulces y a ella elaborar postres, sobre todo helados. Por ello, desde hace 2 años, cuando regresaron de Londres, en donde trabajaron para el gobierno británico por 6 años, decidieron montar una heladería en Quito que ofrece postres fríos con alimentos andinos como maíz, ají, choclo y máchica.
Bautizaron su negocio como ‘Dulce Placer’, en donde, según Lafebre, buscan “rescatar los sabores ecuatorianos. El diseñador gráfico de profesión confiesa que sus favoritos son los de “chapo” (agua de hierbas con máchica) y de morocho. Hasta el momento tienen 180 variedades.
La preparación de la base para el helado la aprendieron de los chefs de la Reina, quien según Mauricio “es muy golosa”. “Es todo un secreto”, confiesa con sigilo.
Lafebre comenta que hace un año quisieron participar en la Fiesta del Maíz, en Sangolquí, con algún producto que identificara a los ecuatorianos.
En aquella época no pudieron hacerlo porque ningún helado tenía maíz. Fue allí cuando Ana García decidió quedarse una tarde completa en la cocina e innovar en la elaboración de diferentes tipos con la variedad de maíz morado.
De esta experiencia salió el de colada morada.
“Aunque no lo crea no es solo cuestión de hacer la bebida y congelarla, hay mucho detrás, es todo un proceso”, confiesa Lafebre, mientras coloca dos pequeñas bolas de este sabor sobre un cono de galleta.
Este mes los microempresarios ecuatorianos vendieron 200 helados de colada morada.
La semana pasada decidieron incorporar un ingrediente adicional a su preparación: la guagua de pan. Por ello en la cima del postre frío sirven una diminuta guagua de masa de pan.
“Nuestros clientes nos decían: No hay colada sin guagua y por ello buscamos darle gusto a la gente”, bromea. Por ello permiten que los consumidores las decoren a su gusto.
La receta del helado de colada morada la implementaron en solo una semana.
La pareja afirma que su hija de 3 años, Keila, es la primera catadora de sus variedades. Cuando se trata de elegir, la pequeña prefiere el ‘chapo’.
Además de las 180 clases, también han innovado en diferentes estilos de preparación de la base.
Crearon helados de paleta (con un palo de madera), soft (que se sirve al instante), yogur, así como el helado duro, que es más resistente a las altas temperaturas.
García es naturópata y por ello combina sus conocimientos sobre plantas, semillas y frutos con su pasión por la cocina.
Susana Mera conoció el jueves pasado el local de Dulce Placer, que está instalado en la calle La Ronda (Centro Histórico de Quito) y se quedó fascinada con las diferentes variedades de helado.
“Es increíble porque en ninguna existen esta clase de sabores. Me parece algo muy bueno porque llega a ser nutritivo”, sostiene.
A Paulina Villagómez, la heladería le pareció “innovadora”.
Considera que el sitio “conserva los sabores tradicionales, que por falta de costumbre o de tiempo no se usan en la cocina ecuatoriana”.
Ella probó un helado de morocho. “Es lindo saber que en un postre se puede recuperar las tradiciones andinas”, puntualizó.
La heladería es parte del programa ‘Manos en La Ronda’, que recoge el trabajo de 17 talleres de artesanos ecuatorianos que promocionan sus productos de cerámica, miel de abeja, trompos y juegos tradicionales, así como un laboratorio de orquídeas.
Lucía Pozo es la encargada de la coordinación. Confiesa que cuando probó el helado de colada morada sintió que se tomó una colada morada helada.
“Me encantó. Es toda esa fusión de sabores tradicionales nuestros convertidos en helado”, dijo, a pesar de que sostuvo que le gustan los de mojito (bebida cubana a base de ron y limón) y el de chapo.
Todas las semanas, según Lafebre, exhiben nuevas variedades.
Piensan a futuro realizar un helado de remolacha, así como uno para las fiestas de Quito. “Podría ser un helado de ‘canelazo’, pero estamos analizando algún ingrediente adicional especialmente quiteño”, anticipó el emprendedor.
DATOS
La heladería Dulce Placer funciona en la calle Morales 925 y Guayaquil, en La Ronda, en el Centro Histórico. También tiene otro local en San Pedro de Taboada.
La primera de las citadas está abierta de lunes a jueves, de 09:00 a 18:00. Los viernes y sábados funciona hasta las 22:00. Mientras que los domingos recibe a los consumidores hasta las 18:00.
El costo de los helados va desde $1,75. Por la época de finados, los microempresarios permiten a los clientes decorar la guagua de pan que comerá con su colada morada.
Tienen otras variedades, como colada de tamarindo con ají, morocho, humitas con café, arashá, mangostino. Cada semana presentan nuevos sabores. Tienen planeado lanzar uno de cedrón.
La heladería Dulce Placer funciona en la calle Morales 925 y Guayaquil, en La Ronda, en el Centro Histórico. También tiene otro local en San Pedro de Taboada.
La primera de las citadas está abierta de lunes a jueves, de 09:00 a 18:00. Los viernes y sábados funciona hasta las 22:00. Mientras que los domingos recibe a los consumidores hasta las 18:00.
El costo de los helados va desde $1,75. Por la época de finados, los microempresarios permiten a los clientes decorar la guagua de pan que comerá con su colada morada.
Tienen otras variedades, como colada de tamarindo con ají, morocho, humitas con café, arashá, mangostino. Cada semana presentan nuevos sabores. Tienen planeado lanzar uno de cedrón.