Para el flamante vicealcalde de Quito, Eduardo del Pozo, su designación responde a una renovación en el Concejo. Reemplaza a la concejal Daniela Chacón, quien renunció debido a discrepancias con la administración del alcalde Mauricio Rodas.

Del Pozo reconoce que Rodas ha tenido inconvenientes en los tiempos de ejecución de las obras.

¿Su designación como vicealcalde no responde a una alianza estratégica entre Suma y CREO?

La designación responde, primero a un arduo trabajo de 2 años y medio que ha sido reconocido en el Concejo Metropolitano. Segundo, respondí a una coyuntura política importante dentro de la municipalidad, donde era fundamental elegir un nombre de consenso, teniendo en cuenta que el bloque de PAIS había dicho públicamente que no iba a votar por ninguno de los ediles propuestos por el resto de concejales. Ahora, hay diálogos entre Suma y CREO para una posible alianza a nivel nacional en 2017. Esas noticias se las hicieron públicas; esos diálogos siguen avanzando de manera positiva y esperamos que se concrete en bienestar de un proyecto político que es Guillermo Lasso a la presidencia en 2017.

¿Qué opina sobre la Solución Vial Guayasamín?

Luego de varios reclamos y observaciones ciudadanas, el Municipio convocó a un diálogo importante, a una socialización con los distintos grupos involucrados. Producto de ello, el proyecto tuvo modificaciones que han solventado las dudas de los distintos sectores. Es realmente vital que se den estos cambios en la Plaza Argentina.

Usted fue electo en un ‘caso especial’, ¿cómo analiza la renuncia de la concejal Chacón?

La decisión de Daniela es un tema muy personal, que lo manifestó por discrepancias con el proyecto Solución Vial Guayasamín. Hubo que designar un nuevo vicealcalde, que dé una renovación importante en el Concejo Metropolitano, que permita articular diálogos e ir solucionando los problemas.

Aparentemente esta Alcaldía maneja sus decisiones puertas adentro, ¿cuál será su aporte?

Es clave mencionar que la posición del vicealcalde va a servir mucho en la articulación entre los diferentes actores del Concejo Metropolitano con el Ejecutivo. Eso es clave para empujar el barco en el mismo sentido. Es fundamental la crítica y la discrepancia; eso es parte de la democracia porque permite mejorar los proyectos, ordenanzas y el desarrollo de la ciudad.

Han pasado 2 años de la administración Rodas y existen grupos que protestan en contra de las obras. Bajo ese contexto, ¿qué está pasando en la Alcaldía?

Se quejan de que no hay socialización (Quitocables), cuando todavía no arranca el proyecto, pero si hay quejas es porque existe información del proyecto. A veces hay estas discrepancias y quejas naturales dentro de todo proyecto importante.

Pero, ¿esos problemas no los origina el propio Municipio?

Se generan dudas o reclamos cuando hay personas afectadas, en los Quitocables. Existen predios afectados definitivamente, pero como en toda construcción tiene que haber perjudicados. Plantean algunas alternativas o construcciones de vías, donde hay más bienes que deberían ser expropiados, que de los que se expropiarán. Hay que pensar en ciudad.

¿Cómo evalúa la gestión del alcalde Rodas?

Es natural. Ha sufrido el problema del tiempo de planificación, de implementación presupuestaria, de contratación y de ejecución de las obras, que les ha pasado a las anteriores administraciones. Menos mal, ese tiempo ya ha transcurrido en esta administración y las obras ya se comienzan a ver.

Pero, ¿esas obras que se sienten no son de la administración anterior?

Todas las administraciones van teniendo su aporte en el desarrollo de la ciudad y esta administración no será la excepción.

¿Qué temas urgentes hay que tratar en Quito?

Es clave el tema de la movilidad; es necesario una reorganización, en donde se priorice el transporte público sobre el privado y se recuperen los espacios públicos. Hay que crecer con planificación y evitar las invasiones. (I)