Los moradores de Guayllabamba aspiran a que la situación en la que se encuentran actualmente cambie. Tras el cierre del tramo entre Oyacoto y Guayllabamba, en la Panamericana Norte, una desolación total se vive en este poblado.

María Quinteros, ha vivido en Guayllabamba toda su vida. Su fuente de ingreso es la venta de platos típicos desde hace 45 años, pero por el cierre de la carretera sus ganancias disminuyeron considerablemente. “Un fin de semana normal yo ganaba unos $ 700, pero ahora si llego a los $ 200 es demasiado bueno, la situación que estamos viviendo nosotros es preocupante, porque nuestros negocios son el sustento diario”, dijo.

Quinteros pertenece a la asociación de pequeños comerciantes San Francisco de Guayllabamba, al igual que ella, 65 de sus compañeros están en la misma situación. “Guayllabamba es un sitio turístico, pero ahora es un valle desierto, yo tengo mis clientes de años que siempre vienen, sino fuera por ellos no vendería nada”.

El acalde de Quito, Mauricio Rodas, visitó este valle hoy en la mañana y planteó algunas alternativas para que se reduzcan los problemas ocasionados por el cierre del tramo de 4 kilómetros de la Panamericana Norte.

Rodas anunció que el Municipio de Quito pedirá que se traspase el control de tránsito desde la Y de Pifo hasta la Quebrada de Ascázubi de la carretera E35, que por ahora es la única alternativa que conecta a la capital con el norte del país y también sirve de ingreso y salida para los moradores de Guayllabamba. La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) por ahora es la encargada del control del tránsito en esta vía.

Otro problema que afrontan quienes se dirigen a Guayllabamba es el tráfico que se produce en esta vía. En el sector de Yaruquí se realizan trabajos de ampliación de la carretera, lo que ocasiona que el tiempo de viaje se duplique, en el mejor de los casos.

Marcelo Arévalo, propietario de una camioneta de fletes, también expresa su malestar por el cierre de la vía. Para él ir a Quito es un "tormento". “Antes iba a la ciudad (Quito) unas tres veces al día, porque me contrataban, pero ahora les explico que vale más y el viaje es largo”, sostuvo.

Arévalo indicó que de igual forma las carreras han disminuido considerablemente, “me contrataban los comerciantes de Guayllabamba para ir a ver mercadería, pero si ahora ellos no venden, ya no hace falta que salgan de aquí, es un problema para todos, aparte que para ir a Quito se necesitan unas 3 horas, lo que antes eran 45 minutos”

Una vez que el Municipio de Quito asuma el control de esta vía se dispondrán restricciones. Los fines de semana se activarán contraflujos de 9:00 a 11:00 en dirección a Guayllabamba y desde las 15:00 hasta las 17:00 en dirección a Quito.

Se tiene previsto que se eliminen rompe velocidades y se realice un control adecuado de las ventas ambulantes que se agolparon en la vía.

María Medrano vive en Guayllabamba y de lo que era un lugar muy visitado ahora lo considera como un “pueblo fantasma”. Medrano espera que la vía se abra antes de lo planteado por el Ministerio de Obras Públicas. “Sin turistas que pasen por aquí, Guayllabamba luce muerto, esa vía debe abrirse en menos de 2 meses, sino la situación nuestra se va a agravar”.

Medrano al igual que el resto de moradores del valle de Guayllabamba aspiran a que

Desde mañana se aplicarán promociones para visitar el zoológico. Las personas que visiten el zoo ingresarán 2 por el valor de una entrada. Otra oferta que se aplicará será que los restaurantes harán un 10% de descuento para quienes presenten la entrada de ingreso al zoológico.