La Historia del Reino de Quito, del jesuita riobambeño Juan de Velasco, hace referencia a Gualea como uno de los  puntos que habrían atravesado los caras en su camino desde el Litoral hasta la Sierra.

Los habitantes conceden crédito a la versión de que el nombre del lugar proviene de la conjunción de dos vocablos caras: hua (grande) y lea o len (camote), que en español equivale a ‘camote grande’.

La alusión a este sitio en una obra escrita en el siglo XVIII da cuenta de que la actual parroquia rural ubicada en el noroccidente de Quito es una población antigua.

De hecho, las crónicas de la conquista señalan que por 1580, Gualea era el principal punto de comercio y administración de los yumbos, pueblo encargado del comercio de productos entre el Litoral y la región Interandina.

No obstante, una erupción del Pichincha depositó hasta 20 centímetros de ceniza en el área en 1660, lo que motivó la decadencia de esa cultura indígena.

El poblado se convirtió en parroquia rural capitalina el 29 de mayo de 1861, ya en la época republicana. En tanto que la orden capuchina lo  constituyó en parroquia eclesiástica el 7 de julio de 1951.

A mediados del siglo XX se inició la tala intensiva de bosques con el objetivo de extraer madera para la exportación. Por ello, actualmente la zona cuenta con tan solo el 16% de bosque primario.

Una vez agotados los bosques, se limpió el terreno y en cientos de hectáreas se sembró caña de azúcar. Esto generó prosperidad cuando el precio del producto favoreció a los agricultores, pero provocó períodos de depresión cuando el panorama económico no era favorable.

Desde 1985 se dio una nueva orientación de uso del suelo: los sembríos de caña son reemplazados por potreros en los que se adaptan pastizales foráneos y se introduce la crianza de ganado vacuno.

La raza de bovinos de leche que predomina son cruces de Holstein y, en menor número, con Brow SWISS y Jersey. El ganado de carne es traído principalmente de Santo Domingo de los Tsáchilas, mientras que el lechero es llevado desde varias provincias del país.

Hasta hoy, una de las actividades económicas más importante es la elaboración de panela que, sin embargo, no cuenta con fuentes directas de comercialización y tampoco ve incrementado su valor agregado.

Al cultivo de la caña de azúcar se suma la producción de plátano, yuca, zanahoria blanca, maíz, fréjol, aguacate, café, cítricos como naranja y limones, además de papaya, naranjilla, guayaba y pitahaya.

El gobierno local da cuenta de que en los últimos años, 12 familias del sector de Urcutambo se han organizado para producir tilapia roja y negra, en un proyecto auspiciado por la Prefectura de Pichincha.

En la actualidad, en la parroquia se realiza turismo ecológico, a través de agrofincas, turismo de deportes extremos, turismo cultural y de recreación. Entre los principales atractivos está la cascada del río Cristal, una caída de agua de aproximadamente 12 metros.

La cascada De Los Dragos, con una altura similar a la anterior, se forma con el caudal del río Piripe. En los alrededores se pueden observar bromelias y árboles de drago, que dan el nombre al lugar.

El propio río Piripe y el Pachijal permiten refrescarse en sus aguas y recorrer las riberas para observar unas ricas flora y fauna.

A la cueva de los Tayos se arriba tras un recorrido de unos 18 kilómetros desde el barrio Gualea Cruz.  En los riscos del lugar anidan aves nocturnas de color café obscuro denominadas tayos. (I)