Exterminal se transforma en un espacio multiusos
En medio del golpeteo de martillos hidráulicos y mecánicos, el sonido de esmeriles y soldadoras, 400 obreros trabajan actualmente por turnos siete días de la semana, en los acabados de lo que fue la terminal terrestre del sector del Cumandá, para convertirla en un espacio recreativo y cultural.
Franklin Cárdenas, director de Ejecución de Proyectos del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), asegura que las labores avanzan de acuerdo a lo previsto y que el sitio podría estar listo para su funcionamiento a finales de noviembre. Sobre la fecha de la inauguración del lugar prefiere dejárselo al despacho del alcalde Augusto Barrera.
Actualmente, además de ajustes en el interior de la edificación, el personal se encarga de montar las estructuras metálicas que servirán de soporte a la tensomembrana que funcionará como cubierta. Se trata de una lona especial -relata Cárdenas- que detiene los rayos UV del Sol y también la lluvia, similar a la colocada sobre el ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).
Y precisamente un ágora con capacidad para 150 personas será uno de los espacios que existirá en la zona exterior de la edificación. Allí se podrán realizar conciertos, espectáculos teatrales, de declamación y similares. A ello se sumarán sendos ciruitos para caminata o jogging y ciclismo, de alrededor de un kilómetro de extensión cada uno.
En el interior, parte de los casi 6.000 metros cuadrados que conformarán la primera planta estarán dedicados a actividades acuáticas: siete piscinas (tres de ellas equipadas con un sistema natación estática, con una acción similar al de una caminadora), duchas y baños de cajón.
La energía para calentar el agua requerida para estas piletas provendrá de los aproximadamente 150 paneles solares instalados en la terraza del lugar, cerca los puentes peatonales atirantandos que unirán al inmueble con las zonas de la Loma y la Recoleta y que están concluidos e iluminados.
En el mismo primer piso habrá también un auditorio para 100 personas y una sala en donde se expondrán los principales proyectos del Cabildo. “La visión del Municipio sobre el Quito del futuro”, señala el funcionario del IMP.
En el segundo nivel existirán salas de gimnasio con todos los equipos requeridos, además de lugares para la práctica de la danza, capoeira, ajedrez, pin pon y más.
La tercera planta funcionará como mirador o sitio de descanso, pues en el lugar existirá una cafetería y un espacio para consulta sobre temas portivos, además de nexo con los barrios vecinos a través de los mencionados puentes.
Hace unos días, la directora del Instituto Metropolitano de Patrimonio, Ana María Armijos, declaraba a la agencia española Efe, que la readecuación de la exterminal se trata del proyecto más grande de "generación de espacio público" con el que el Cabildo busca, entre otros aspectos, acercar más a la ciudadanía al Centro Histórico de Quito.
De hecho, en la obra se invierte una cifra cercana a los 10 millones de dólares. Esos recursos se usaron en el derrocamiento de las plataformas que servían para el acceso de los vehículos de transporte y la adecuación del resto de la estructura.
Y la obra despierta expectativa en la zona. Olga Cevallos, habitante del vecino barrio la Loma, afirma que solo espera la apertura “para ser la primera en ocupar los servicios; sobre todo las piscinas”.