Estudiantes revivieron leyendas y tradiciones en el sur de Quito

Desde Nanegalito, un grupo de estudiantes llegó a Quito para participar en el desfile Leyendas y Tradiciones de Quito que recorrió hoy varias calles del sur la ciudad por sus fiestas. El encuentro estuvo organizado por el Ministerio de Educación, con el objetivo de mostrar los talentos estudiantes.

Por ello, once bloques ligaron las representaciones artísticas de los estudiantes que integran el programa de actividades extraescolares del Ministerio de Educación "Nuevas Formas de Aprender", y que en esta ocasión tuvieron la oportunidad de demostrar todo lo aprendido: banda musical estudiantil fusionada por varias instituciones educativas, la casa 1028, la caja ronca, el gallo de la catedral, la toma de la plaza, el último ensueño de Manuelita, el duende, Cantuña y los diablitos, el enamoramiento de las montañas, Bella Aurora y la tuna quiteña.

En el encuentro hubo alumnos provenientes de instituciones educativas públicas de Amaguaña, Calderón, Tumbaco, Quitumbe, entre otros distritos educativos, quienes se congregaron en el sector El Calzado para iniciar, desde allí, el desfile que convocó a 4 mil estudiantes de 55 colegios públicos, particulares, municipales y fiscomisionales de la Zona 9 del Distrito Metropolitano de Quito.

Este fue el primer desfile organizado en la capital, donde participaron entidades educativas de los 9 distritos educativos: Nanegalito, Calderón, Pomasqui, Centro y Norte de Quito, Eloy Alfaro, Quitumbe, Amaguaña y Tumbaco. En este acto también estuvo Stephanie Cazar, hija de Marlene Tufiño, quien se trasladó desde el norte de Quito para apoyar a su hija. “Mi hija no me hubiera perdonado, sino le veía”, dijo mientras adquiría una funda de chiles para saciar el hambre de la media mañana.

Cuando el primer bloque de estudiantes se acercaba a la calle Teniente Hugo Ortíz, el primero en anunciar el desfile e invitar a los asistentes a mantenerse atentos fue Paquito, el niño policía que lucía su gorra habitual, un uniforme verde aceituna con el chaleco refractivo, pero que no usa armas.

Su presencia, al interior de un vehículo policial, desató la algarabía en el público infantil que acudió, en compañía de sus padres y otros familiares. Unos minutos después la banda estudiantil unificada, integrada por los colegios Juan Pío Montúfar, Humanístico Quito, Técnico Sucre, Vicente Rocafuerte y Tarqui inició el recorrido. Los moradores de los barrios aledaños a la Tribuna del Sur también acompañaron el recorrido; algunos desde los balcones de sus viviendas y otros desde los portones y veredas.

"Está bien que se inicien las fiestas de Quito con esta maravilla. Apenas mi hijo me dijo que había fiesta, salí a ver", dice Elvira Altamirano. El objetivo, según las autoridades de educación, es brindar un espacio de expresión artística para los jóvenes capitalinos.

Durante el desfile, las bandas de guerra fueron una de las más aplaudidas. Más de una decena de jóvenes, la mayoría mujeres, tocó la lira, un instrumento parecido al arpa. Los hombres, mientras tanto, golpearon con fuerza los redobles y el tambor. A Karina Soria, habitante del sur de Quito, siempre le gustaron las bandas militares y al enterarse de que estas estarían presentes, quiso verlas. “Me enteré por el Facebook del Desfile y vine con mi familia”, dijo.

Durante el acto, hubo diferentes carros alegóricos que cautivaron la atención de los asitentes porque representaron a las leyendas y tradiciones de la capital.

Uno de ellos rememoró la leyenda de la Casa 1028, donde su principal protagonista, Bella Aurora, usó trajes reciclados porque los estudiantes hablaron sobre conservación y medioambiente. También se presentó la comparsa que hacía alusión a la leyenda del Gallo de la Catedral, la Toma de la Plaza, elÚltimo Ensueño de Manuelita, el Duende, Cantuña y los Diablitos. (I)