El personal de la Empresa Pública de Transporte de Pasajeros de Quito anunció desde el lunes el traslado de las operaciones de la actual estación La Y del Trolebús a El Labrador (Metro).  

La mudanza de la parada, que ha funcionado allí por 22 años, se realizará el próximo mes, de acuerdo con una planificación establecida para evitar contratiempos con el transporte municipal.

La parada La Y es el límite norte del Corredor Trolebús y allí convergen, además, líneas alimentadoras que conectan a la terminal con los sectores Carcelén, La Rumiñahui, La Kennedy-El Edén, El Comité del Pueblo, Los Laureles y Cotocollao. Todos destinos ubicados más al norte.

La estación El Labrador será, a su vez, uno de los extremos de la Línea 1 del Metro y su construcción fue parte de la Fase I del sistema subterráneo de locomoción, cuya operación está prevista para el segundo semestre del año 2019.

Según la empresa que opera el Trolebús, además de los anteriores servicios, la parada tendrá conectividad con la terminal terrestre de Carcelén y la estación microrregional Río Coca, que une a la ciudad con las parroquias rurales ubicadas al oriente y nororiente.

El Cabildo anuncia que con la extensión del Corredor Trolebús hacia el norte, este contará con dos paradas a la altura de la plaza de toros (norte-sur y sur-norte): estarán ubicadas sobre la av. 10 de Agosto, entre Falconí y Papallacta.

La estación El Labrador tiene cinco andenes para abordaje y descenso de pasajeros en superficie. Ofrece, también, las 776 plazas de parqueo con que cuenta el Parque Bicentenario, ubicado en el predio donde funcionaba el antiguo aeropuerto.

La operación de la parada multimodal ocurrirá un año y dos meses luego de que lo hiciera su melliza construida en La Magdalena (centro-sur).

Esta última fue la contraparte de la Fase I del Metro y empezó a funcionar en superficie el 15 de noviembre del año 2015.

De modo similar a como ocurrirá en el norte, en La Magdalena operan cinco rutas (tres de transporte convencional y dos de alimentación municipal).

Las llamadas rutas de integración que operan allí son:  La Magdalena–Forestal y La Magdalena–Chilibulo, con destino al sur.

En tanto que las líneas de transporte convencional que llegan a ese punto son: La Magdalena-Atucucho, La Magdalena-Estadio de Liga y La Magdalena-La Roldós; todos estos destinos en el norte de la urbe.

La empresa municipal de pasajeros calcula que esa parada multimodal sirve a unas 9.000 personas cada día.

El predio que ocupa la estación La Y es considerado uno de los activos municipales que podrían venderse para financiar la parte final de la construcción del Metro.

La Alcaldía busca $ 330 millones para reponer recursos destinados inicialmente para la obra, cuyo costo total alcanza los $ 2.009 millones.

La mayor parte del déficit ($ 250 millones) corresponde a los fondos que estaban previstos aporte el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) y cuya entrega estaba atada a la participación de la constructora Norberto Odebrecht en el proyecto.

La empresa brasileña, inmersa en una trama internacional de corrupción, abandonó el consorcio que formaba con la española Acciona el 21 de diciembre pasado.

Los otros $ 80 millones corresponden a una titularización de papeles del nuevo aeropuerto, lo que no se concretó por problemas del mercado, según el Cabildo. (I)

Transporte
Pasajeros del municipio
El Municipio capitalino anunció que los corredores Trolebús, Ecovía y Suroccidental (tres de los cinco que forman el sistema de movilidad del Cabildo) transportaron a 88,4 millones de pasajeros entre enero y abril de este año.  

4 por ciento ha crecido el sistema integrado de transporte del Municipio desde el año 2014.

Seguridad en el transporte
Según el Gobierno capitalino, 160 cámaras de seguridad monitorean la operación de los corredores Ecovía y Suroccidental, así como talleres y puntos de recaudación. (I)