En Machachi se despide 2 veces al año viejo
El caballo, las espuelas, la montura y la soga para lazar quedarán a un lado, por unas horas, este sábado en el cantón Mejía (Pichincha).
Los chagras, los vaqueros del páramo, dejarán sus tierras y animales para sumarse a la fiesta para despedir el año.
Aunque esta celebración no tiene el sabor rural de los festejos que suelen protagonizar los chagras, tiene profundas raíces en el Ecuador y, por tanto, no les resulta ajena.
La investigadora Martha Tomalá de Florencia publicó en un artículo de 1972 que el español Pedro Miller “en sus crónicas de viaje anota que en el año 1870 ya se practicaba esta costumbre (de fabricar monigotes y quemarlos)” y que era el pueblo aborigen y mestizo “el que monopolizaba esta incineración”.
El historiador Ángel Emilio Hidalgo apunta en un artículo publicado en un libro del Fondo de Salvamento del Municipio de Quito sobre los años viejos (2007), que el naturalista italiano Enrico Festa describe en un libro que presenció el festejo en Guayaquil en 1897.
El punto de concentración para los chagras será, como ocurre desde hace muchos años, la av. Amazonas de la ciudad de Machachi, la cabecera cantonal.
En esa arteria se desarrollará la tarde de hoy la edición 2016 del Concurso de Años Viejos que auspicia la Municipalidad.
Las inscripciones se recibían hasta las 17:00 de ayer en las oficinas del departamento de Acción Social del cabildo de Mejía.
A diferencia de lo que ocurre en Quito y Guayaquil, la confección de los años viejos para el concurso conserva su estilo tradicional en Machachi.
En la mayoría de los casos, aunque las bases no especifican el tipo de material que debe utilizarse, el papel maché y el cartón tienen poca cabida.
En su lugar, los participantes optan por materiales como papel periódico o aserrín para el relleno; ropa usada y caretas para definir la personalidad del personaje.
En estas creaciones, aunque no descuidan la estética (la organización otorga 30 puntos por esto), es de gran importancia ‘lo que dicen’ los personajes a través de las leyendas colocadas junto a los muñecos.
El objetivo es generar un efecto cómico en los espectadores, incluidos, naturalmente, los miembros del jurado calificador.
Del mismo modo, el certamen reconoce (20 puntos) el ingenio del testamento que debe acompañar a obligatoriamente a la obra, tal como ocurría hace décadas en los años viejos que se elaboraban en cualquier barrio del país.
Los jueces iniciarán su recorrido de calificación a las 16:00 de hoy. Los resultados se anunciarán aproximadamente 2 horas después de concluida la visita del jurado.
El veredicto será inapelable y se repartirán $ 1.000 entre los 3 primeros lugares ($ 500 al primero; $ 300 al segundo y $ 200 al tercero). La premiación se efectuará el 6 de enero en la Alcaldía.
El Municipio machacheño autorizó la quema de los monigotes siempre y cuando no resulten afectados los espacios públicos de la ciudad ni las calles.
Fiesta en el barrio Los Álamos
El Concurso de Años Viejos es el evento principal del cierre del año en Mejía, pero no el único.
El 30 de diciembre se realiza, desde las 19:00, el desfile de comparsas en el sector Los Álamos.
La actividad ha ganado popularidad en el cantón en los últimos años y muchas personas asisten al evento incluso desde las parroquias más alejadas.
Los preparativos para esta celebración se inician unos días antes, cuando los vecinos se reúnen para planificar cuál será el acontecimiento o personaje, principalmente local, que será representado.
El objetivo es causar el mayor impacto posible entre los asistentes por lo que los participantes eligen bien el tema al que se van a referir.
Lo siguiente es la asignación de las tareas que cada integrante del grupo, para que las cosas se hagan bien y a tiempo.
El penúltimo día del año, el ajetreo empieza temprano en Los Álamos y termina con un gran baile popular. (I)