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El Telégrafo
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Las movilizaciones en rechazo a la obra se mantendrán

En La Planada prefieren tener calles que teleférico

Moradores de Colinas del Norte, El Condado y La Planada se reunieron para hablar sobre el proyecto.
Moradores de Colinas del Norte, El Condado y La Planada se reunieron para hablar sobre el proyecto.
Foto: John Guevara / El Telégrafo
01 de septiembre de 2016 - 00:00 - Redacción Quito

Los vientos levantan la tierra que cae sobre las bolsas de basura, ubicadas afuera de las viviendas. Este es un cuadro recurrente por las calles de La Ondonada, una zona de La Planada (en el norte de Quito).

Esta situación la vive continuamente Victoria Prado (57 años), quien habita hace 30 años. Su casa se encuentra en la parte alta del barrio. En la esquina hay una calle empinada que arrastra lodo y basura cuando llueve. “Necesitamos adoquinamiento. Hemos hecho el pedido. Y nada”.

Sus habitantes se reúnen permanentemente para tratar sobre las necesidades de obras. Ahí reiteran su rechazo por los Quitocables.

Dijeron que no están en contra del desarrollo de la ciudad, pero no les parece “lógico” crear un sistema de movilidad cuando los barrios por donde atravesarían las cabinas tienen muchas carencias.

Se trata de un sistema de transporte público que movilizaría 120 mil moradores de 35 barrios del noroccidente de Quito, a través de un mecanismo de teleférico.

Este sistema iniciará en la estación de buses interparroquiales La Ofelia y terminará el sector de La Roldós. La obra tiene una inversión de $ 43’537.692. Sin embargo, su ejecución  se ha retrasado más de un año. Ante este panorama, los moradores de los barrios La Pisulí, Colinas del Norte y La Roldós, que corresponden a las parroquias El Condado, Cotocollao y Ponciano están pendientes de la obra.

Édison Moposa (27 años) opinó que de nada sirve que el barrio sea legalizado porque faltan varios servicios, incluso no llegan los recolectores de basura.

Similar malestar manifestaron los habitantes de Colinas del Norte. Mesías Flores, miembro de la Organización Unidad de Defensa, explicó que en el sector se encuentran dos líneas de bus, Paquisha y Rapitrans.

Según Flores, los buses no cubren el área total del barrio, lo que obliga a las personas a caminar por calles estrechas y con piedras.

Hay quienes protestan por las expropiaciones. Mari Correa, miembro del Comité Pro-mejoras, señaló que la gente rechaza la expropiación de las ‘canchas quíntuples’ y ‘de las 4 esquinas’, en donde se levantaría una de las paradas de los teleféricos.

Este medio de comunicación solicitó la versión de Darío Tapia, secretario de Movilidad del Municipio, pero hasta el cierre de esta edición no dio su respuesta. (I)

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