El tránsito ha mejorado en la vía intervenida, aunque algunas personas lo atribuyen a las vacaciones
En la calle Ulloa, la ciclovía comparte su espacio con parqueos (Galería)
El Municipio continúa con el replanteamiento de varios tramos de las ciclorrutas quiteñas. Está previsto que una primera fase del proceso se realice en alrededor de 4 kilómetros e involucre a las calles Antonio de Ulloa, Luis Cordero, Veracruz y Vozandes.
La Ulloa fue la primera arteria intervenida. A finales de julio, cuando se repavimentó la calle, fueron retirados los divisores que convertían al carril izquierdo (sentido sur-norte) en una vía exclusiva para ciclistas.
En lugar de ello, se estableció en el carril derecho una vía compartida para bicicletas y vehículos y, en el izquierdo, zonas de estacionamiento para automotores. Actualmente el gobierno local trabaja de manera similar en la calle Cordero.
Eso ha generado molestia entre los integrantes de los movimientos que promueven la movilidad alternativa. Sergio Andrade, quien usa desde hace año y medio el vehículo de 2 ruedas para transportarse diariamente, no halla sentido en que “se eliminen las ciclorrutas y se aumente el espacio para los autos”.
Una opinión similar es la de Lucy Rodríguez, quien además de desplazarse diariamente en su ‘bici’, participa continuamente en los ciclopaseos dominicales.
Para Rodríguez, “hubiese sido mejor que dejaran las cosas como antes, pues transitar por la Ulloa ahora no es completamente seguro; hay conductores que no respetan al ciclista”, afirmó la mujer.
Por su parte, Diego Puente, dirigente de la Fundación Ciclópolis, señaló que en el Municipio les han asegurado que la idea es convertir a las ciclovías compartidas en lo que se denomina ‘Zona 30’. Esto es que, cuando los vehículos motorizados circulen por ellas, no puedan exceder ese límite de velocidad (30 km/h). “Esperamos que ello se cumpla”, afirmó el activista.
No obstante, entre quienes viven y trabajan en la citada calle Ulloa también hay satisfacción por el retiro de la vía exclusiva.
Luis Medina, propietario de una sastrería en la zona, dijo que “el tráfico se ha vuelto más fluido desde que se repavimentó la vía y se retiraron los separadores”. Aunque considera importante que también se brinde espacios para los ciclistas en la ciudad.
Martha Cisneros confirmó que la circulación ha mejorado en los pasados 15 días y lo atribuyó también al retiro de la ciclorruta exclusiva. No obstante, se preguntó la tendera, “habrá que ver qué pasa cuando se reinicien las clases”.