El ajetreo de estudiantes y padres de familia fue grande la mañana de ayer en el sur de la ciudad. No había clases, pero sí un programa especial para rendir tributo a la capital por un aniversario más de su fundación.

Vistiendo sus mejores galas e implementos especiales los estudiantes llegaron temprano para ponerse a órdenes de sus maestros. Tenían que estar listos para el “desfile”.

Antes de las 9:00 salieron de los colegios y escuelas para ubicarse en el sitio asignado. Son 20 planteles, dijo un maestro.

Con la bandera de la ciudad a la cabeza, pasadas las 10:00, estudiantes, maestros, payasos, zanqueros  y autoridades iniciaron el desfile. Los sonidos de instrumentos formaron  el compás para que liras, flautines, redoblantes y tambores comenzaran a sonar.

Las presentaciones estuvieron marcadas por el azul y rojo, característicos de los festejos capitalinos. Después  las comparsas empezaron a recorrer la avenida Cóndor Ñan, mientras que cientos de personas admiraban lo programado.

Durante el trayecto de 10 cuadras la cachiporrera Karen García hizo gala del buen manejo del bastón, por lo que fue   merecedora de aplausos, mientras que la alegría de las danzas marcaban el paso a los moradores que poco a poco se sumaban al recorrido.

Luis Yuxa, del barrio la Cucadias, asistió con vecinos para presentar una danza y colaborar con la Administración Zonal.

Aprovechando el sol de la mañana, comerciantes ofrecían sus mercaderías. Los que  vendían gorras y gafas tenían mayor demanda, similar éxito para  quienes vendían dulces  demandados por  los niños.

“Estamos sacando algo para Navidad y ayudar a la familia”, dijo Luis, un joven de 18 años, que comercializaba gafas.
Estudiantes del Instituto Fiscal de Discapacidad Motriz se hizo presente en el desfile con su banda militar y los tradicionales “Chullas quiteños”. Paralelamente niños y niñas representaban a las diosas del sol.   

En el operativo de seguridad y control del tránsito  hubo 150 elementos, entre policías nacionales y metropolitanos.
María Guaña,  con su hija en brazos, asistió presurosa al desfile, pues la menor  era una de las niñas de la corte de honor.

Al mismo tiempo, en los alrededores del área donde se desarrolla la Feria Quitumbe hubo diferentes alternativas para disfrutar las fiestas. Uno de los sitios con gran acogida por parte de los niños es un pequeño bloque para escalar. “Es cheverísimo. Al comienzo como que da miedo pero después de trepar se siente bien”, manifestó Matías, un niño de 10 años, que disfrutó de los juegos en el área lúdica de la feria.

Cerca de las tarimas montadas para los espectáculos musicales y manifestaciones artísticas en la feria se encuentran ubicadas carpas que ofrecen distintos y deliciosos platos. Hornado, empanadas, comida rápida, dulces tradicionales, entre otras suculencias, se exhiben en la feria gastronómica del lugar.

Desde ayer   hasta el  próximo martes 6 de diciembre, más de 120 barrios de la zona Eloy Alfaro participarán en la Serenata Quiteña.

Orquestas, bandas de pueblo, CD móviles y los artistas pondrán la nota de alegría, en un marco de buena vecindad, en nueve parroquias de esta zona.