Los habitantes de San José del Condado, barrio situado al norte de Quito, anunciaron que se mantienen en pie de lucha en contra de la construcción de la Línea Norte del sistema Quitocables.

Ello luego de que el alcalde Mauricio Rodas firmara el pasado martes el contrato para la ejecución de la obra con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

Patricio Molina (foto), vecino del sector y líder de los moradores declarados en rebeldía, señaló que se encuentran organizados para impedir que los técnicos y trabajadores de la institución militar realicen trabajos en la zona.

Para ello, desde hace semanas tienen instaladas alarmas listas para activarse en caso de que alguien detecte la presencia de una persona extraña en el sector.

De acuerdo con el proyecto municipal, 15 predios de ese barrio serían expropiados de manera total o parcial para la construcción de la proyectada estación Mariscal Sucre. Esta acción afectaría a unas 30 familias en total, de acuerdo con Molina.

El dirigente apunta que hasta ahora el Cabildo no ha justificado de manera técnica la idoneidad de la obra, que pretende unir por aire a La Roldós con La Ofelia.

En tanto, la Alcaldía insiste en los beneficios que acarrearía al noroccidente de la urbe la construcción de la primera de las 4 rutas de transporte en teleféricos previstas.

El martes, el alcalde Rodas calificó a la jornada como “un día histórico para Quito”. “Hemos suscrito la construcción de lo que será un proyecto que va a transformar la movilidad y calidad de vida de varios de los barrios históricamente más abandonados de nuestra ciudad”, dijo.

Según el ejecutivo local, la obra, que debería concluir en 16 meses, beneficiará a más de 200 mil personas y a 40 barrios. (I)