Camiones, volquetas, buses interprovinciales y de servicio urbano, automóviles, taxis y motocicletas se  movilizan a diario por la avenida Simón Bolívar, conocida también como la  Nueva Oriental. Es que la vía  atraviesa la ciudad desde Carapungo, en el  norte,  hasta Santa Rosa,  en el extremo sur (Tambillo). La avenida tiene cerca de  44 kilómetros y el primer tramo fue construido en 1980, pero a finales de  2008 se inauguró  con esa extensión.  

Al principio la avenida fue abierta como una solución al tráfico vehicular de la ciudad, pero solo entre los primeros meses de 2009 por ahí se movilizaron 26.339 vehículos de todo tipo, y ahora esa cifra asciende a  100.000 automotores al día. Esa masiva afluencia ha provocado que en ciertos puntos de la arteria vial se produzcan embotellamientos sobre todo en las horas pico y los días lluviosos.

Ayer por ejemplo, a las 07:00, en el tramo que conecta  la Panamericana Norte con la Simón Bolívar, en el ingreso a Carapungo, extensas filas de vehículos copaban la avenida. Allí, en las mañanas un  gendarme ayuda a los conductores a tomar esa carretera. Cada 10 minutos el uniformado da paso a quienes vienen desde Calderón y a quienes bajan del Comité del Pueblo o Carcelén para tomar la ruta.

Karina Tutillo vive en Calderón y trabaja en  el Quicentro  Sur, por lo que toma una de las furgonetas que van hasta Guajaló, caso contrario “no llegaría a tiempo”, afirma. La mujer estima que desde hace tres años el tráfico en la zona aumentó considerablemente y ahora los tiempos de desplazamiento varían: 45 minutos cuando el tráfico es menor y hasta 90 minutos en las horas de mayor congestión.   

Otro de los puntos de congestión está en el redondel de Llano Chico y  La Lira, que conduce al sector de El Inca. Ahí  los autos tardan hasta 10 minutos en recorrer un tramo menor a  un kilómetro.  

Eduardo Villacreces, conductor, señaló que uno de los inconvenientes en ese sector es que muchos de los autos se desvían por Zámbiza para llegar al norte de la ciudad, pero al girar hacia el redondel no toman el carril correcto y obstruyen el paso.

Según los conductores de las furgonetas que van hasta Guajaló, otro de los sitios más conflictivos está a la altura de  la autopista General Rumiñahui, porque ahí los buses de transporte urbano recogen y dejan pasajeros. A ello se suma la gran cantidad de vehículos que provienen del Valle de los Chillos.

Mientras que en sentido sur-norte la congestión vehicular se presenta en el sector de San Juan Bautista (Cumbayá), donde se construye el nuevo intercambiador que formará parte de la Ruta Viva. Y para quienes ingresan a la ciudad por el Túnel Guayasamín, tienen ahí otro punto de conflicto, sobre todo en las mañanas. Aunque en ese sector se habilita un contraflujo desde las 07:00 hasta las 09:30, solo en pasar del peaje  y llegar a la  avenida Seis de Diciembre los automotores tardan entre 20 y 30 minutos.

La vía fue repavimentada en 2012 y se construyeron túneles multiplaca en: La Argelia, La Forestal y Puengasí. En 2008 la vía era utilizada principalmente por buses urbanos y vehículos de paso, pero ahora soporta un alto tráfico interno.