El taxímetro “brilla por su ausencia”
Daniel Hoft, nacido en Bélgica y ciudadano ecuatoriano que radica en nuestro país por más de 20 años, llegó de Manta -donde viaja constantemente por un negocio que posee- aproximadamente a las 19:30.
Aunque porta una mochila para acampar, grande y totalmente llena sobre su espalda, y una maleta pequeña en su mano, no duda en salir del aeropuerto Mariscal Sucre, cruzar la calle principal y tomar uno de los taxis que esperan por pasajeros afuera del arribo nacional.
“Vivo en el sector de la Luz (a apenas 1,5 kilómetros del aeropuerto) y los taxis de adentro me cobran 5 dólares por llevarme. Acá lo hacen por 3”, denunció Hoft.
Esta escena se repite constantemente en el aeropuerto de Quito, en donde las tarifas son fijadas por los conductores de la cooperativa de taxis “Aeropuerto Mariscal Sucre”, asociación que brinda este servicio desde el interior de la terminal aérea, a pesar de que la ley sanciona a quien no utilice el taxímetro las 24 horas del día.
El cobro depende de la distancia, el horario y las “tarifas establecidas” al interior de la cooperativa, según dijo un miembro del gremio, quien prefirió no dar su nombre. “No podemos utilizar taxímetro a ninguna hora, ya que cada miembro paga una especie de arriendo a la cooperativa de poco más de 330 dólares mensuales”, dijo el taxista.
Agregó que este es un acuerdo que tienen los socios de la cooperativa con los miembros policiales que controlan el sitio y que ellos no les sancionan porque “ya conocen el acuerdo”, además señala que les identifican por la publicidad de la telefónica Claro que llevan en el parabrisas de atrás, por el cual obtienen un ingreso que ayuda al pago mensual a la administradora aeroportuaria, así como también reciben una contribución que les da Diario La Hora por llevar su periódico en los taxis, cuya entrega es gratuita.
El representante de la cooperativa “Aeropuerto Mariscal Sucre”, José Núñez, señaló que mensualmente pagan a la concesionaria del aeropuerto 14.500 dólares. Por ello, cada miembro aporta con su contribución, aunque dijo que sí ponen taxímetro en sus carreras.
“El usuario es el que tiene la última palabra. Y si desea le ponemos taxímetro”, indicó. Sin embargo, en varios recorridos que un periodista de El Telégrafo realizó en diferentes días y horarios, se constató que los taxis de esta cooperativa, al salir del aeropuerto, cobran el servicio de transporte sin basarse en el taxímetro (ver recuadro), y que las tarifas oscilan de acuerdo con la distancia, siendo la menor la de 5 dólares que cubre el área que rodea el aeropuerto.
Lo mismo experimentó Pablo Vicente, un usuario frecuente de las líneas aéreas (dos veces por mes), quien viaja constantemente a Cuenca por negocios. Él indicó que hasta Alangasí del Inca (a 4 km aproximadamente del aeropuerto) le cobran 8 dólares, cuando en realidad la tarifa con taxímetro es de 4.
Sonia Villacrés (comerciante) indicó que ir en taxi a su vivienda ubicada en la calle García Moreno, en el Centro Histórico de Quito, le cuesta entre 4 y 5 dólares con taxímetro, pero desde el interior de la terminal aérea le suelen cobrar 10 dólares. “A estas horas (20:00) nadie me pone taxímetro, por lo que es mejor negociar con taxistas de afuera (del aeropuerto). Alguien debería controlarles esto”, dijo.
Frente a ello, la administradora del aeropuerto Mariscal Sucre, Corporación Quiport, mediante uno de los miembros del Departamento de Comunicación, Luis Galárraga, señaló que el uso o no del taxímetro no es competencia de la entidad, y que quien debería hacer el control es la Agencia Nacional de Tránsito.
“Nosotros como aeropuerto no podemos poner una multa al taxi.. porque los conductores dirían: ¿Bajo qué fundamento, ley o autoridad ustedes nos ponen una multa?”, expresó Galárraga, quien no negó el “exceso” en el cobro de las tarifas en el servicio de taxis. Y cree que los conductores “justifican” esto responsabilizando a Quiport por la tarifa mensual que deben entregar.
Ante esto, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), Mauricio Peña, señaló que la ley establece la obligatoriedad del uso de taxímetros las 24 horas del día, y que en este momento el organismo rector del tránsito se encuentra trabajando en el proceso de homologación técnica de estos dispositivos.
“El objetivo, por ahora, es determinar las características técnicas que deben reunir estos equipos y al momento de terminar esta homologación (hasta finales de julio) dar un plazo para que en todo el país adquieran o instalen los taxímetros homologados. Una vez con ello entraremos con fuerza en el proceso de control del uso de taxímetros”, acotó Peña. El director de la ANT concluyó diciendo que en enero del 2013 se reforzará el control del uso de taxímetros.
El Telégrafo, sin embargo, pudo constatar que es inexistente el control en el aeropuerto Mariscal Sucre, a pesar de que en horas de la mañana se aprecia a cuatro policías en la zona de arribo nacional, dos al interior y dos en el exterior de este punto.