El solsticio de verano se conmemoró en Quito
Varios grupos de danza y música desfilaron hoy desde la Nuño de Valderrama (norte de Quito) por la Mariana de Jesús hasta el Parque Arqueológico Rumipamba para conmemorar el solsticio de verano, el cual se produce normalmente entre el 20 y 22 de junio de cada año cuando el sol cae perpendicularmente sobre la Tierra.
Según la tradición andina este es el inicio de un nuevo ciclo en el que se agradece las cosechas y frutos recibidos, y se prepara la tierra para la nueva siembra. Así lo explica Fernando Arteaga del Instituto Metropolitano de Patrimonio, quien considera que es importante no perder este tipo de costumbres que reinvindican la identidad de los ecuatorianos.
El evento más simbólico fue al medio día cuando el ‘Taita’, Luis Calahorrano, junto a su esposa dirigieron el ritual. Con 15 años de experiencia, Calahorrano, dice que él no es un shamán, pues su propósito no es curar sino equilibrar las energías. Dicha fuerza proviene del Sol. Los asistentes que quisieran podía pedirle al 'Taita' que les hiciera una limpia.
Unos minutos antes de iniciar con la ceremonia, el 'Taita' dibujó un círculo con pétalos de rosas, el cual en el mundo andino significa “que todos somos iguales”. En su interior tenía la estrella de 8 puntas que guardaba los 4 elementos: al este estaba el sol (fuego); al oeste, agua; norte, viento, y al sur, la tierra. En el medio se dibujó un “churo” en representación del ciclo de la Tierra y en el centro de todo se colocó una figura que simbolizaba al ser humano.
Mónica Encalada, una de las asistentes, ayudó al 'Taita' a construir el círculo. Ella considera que es fundamental recordar nuestras raíces.
Se preveía que el programa duraría hasta las 14:00. Era totalmente gratuito para el público. (I)