El concejo capitalino debatirá esta tarde ordenanza de regularización
El servicio de taxis varía según la hora en Quito
El Concejo quiteño está convocado a las 15:00 de hoy para el segundo debate de la ordenanza que prevé la incorporación de 8.693 vehículos al servicio de taxis. La propuesta se basa en los resultados de la consultoría efectuada este año por la compañía Propraxis GSD Plus.
El aumento de unidades equivale a la regularización del 65,2% de los 13.323 automotores que brindan el servicio sin autorización en zonas urbanas y rurales, según el estudio.
El análisis y la propuesta de ordenanza plantean de forma genérica que el incremento de taxis es la solución a los problemas de los usuarios. Estos se relacionan, en gran parte, con dificultades de compaginación entre la oferta y la demanda del servicio.
Por ejemplo, las horas en las que ocurre la mayor cantidad de viajes no coinciden con aquellas en que existe el mayor número de automóviles de alquiler en las calles.
De acuerdo con los análisis de Propraxis GSD Plus, entre las 07:00 y las 08:00 ocurre un promedio de 23 mil desplazamientos, la mayor concentración en el día.
Durante este período del día, sin embargo, la oferta de taxis es de alrededor de 13 mil vehículos, entre formales e informales. Mientras que en el momento que se produce una mayor oferta es entre las 12:00 y las 15:00, cuando transitan en el Distrito alrededor de 26 mil automotores amarillos.
Unos 15 mil viajes ocurren en promedio cada hora de ese tramo de jornada (12:00 a 13:00, 13:00 a 14:00 y 14:00 a 15:00).
Por ello, la Secretaría Metropolitana de Movilidad indica en el documento que se debatirá este martes, “las horas de menor oferta coinciden con las horas en las que los usuarios reportan mayor dificultad para acceder al servicio”.
Las mediciones señalan que el tiempo de espera por unidad considerado aceptable es un minuto. En tanto, el promedio real de espera supera los 6 minutos en Quito.
Por otro lado, dos horas con exceso de unidades en las calles es considerado un rango aceptable. Sin embargo, la consultoría determinó que durante 16,6 horas del día hay más unidades disponibles que desplazamientos en la capital.
Por ejemplo, entre las 17:00 y 19:00, hileras de taxis de todo tipo esperan a potenciales clientes junto a las paradas de buses de los centros comerciales, como Mall El Jardín y el Centro Comercial Iñaquito (CCI).
Su presencia dificulta la circulación de vehículos (particulares y de transporte masivo) y de personas por dichas zonas. Esto a pesar de la presencia de agentes de tránsito que intentan agilitar las cosas.
Entre tanto, los propios integrantes del gremio de taxistas (51%) reconocen que la subdivisión establecida al sistema de transporte no funciona.
En el Distrito Metropolitano operan 4 tipos de taxis: convencional, autorizado a rodar por las calles y recoger pasajeros en paradas autorizadas; ejecutivo, que deben recoger pasajeros únicamente bajo pedido telefónico; convencional rural, cuyo ámbito de acción está en las zonas urbanas de las parroquias y convencional periférico, destinado a movilizarse en las afueras del hipercentro urbano.
No obstante, el 45% de los usuarios desconoce esta clasificación y los conductores no obedecen los límites operativos. La explicación, en este último caso, es que los conductores se niegan a asumir los costos de trabajar en vacío al retornar sin pasajeros a sus lugares de concentración.
De hecho, el 46% de los viajes realizados a bordo de taxis ejecutivos se inicia recogiendo pasajeros en las calles de modo convencional.
El 16% de la demanda de uso de taxis se resuelve en la capital con automotores que funcionan con la lógica del taxismo convencional (recorriendo las vías). Mientras que, el 7% de la demanda de coches de alquiler es cubierta a través de unidades “cuya operación se apega a un circuito repetitivo (...), más cercana a la lógica de una ruta de alimentación de transporte público (taxirrutas)”.
Las motivaciones de la preferencia para utilizar este tipo de servicios son la rapidez, la necesidad de movilizarse, la facilidad en rutas y el déficit de transporte público. La continuación del funcionamiento de los taxirrutas está descartada en la propuesta de ordenanza.
El documento, sin embargo, no establece el mecanismo para reemplazar este tipo de servicio. No se determina, por ejemplo, el plazo de reorganización de las rutas de buses, que haga innecesaria la existencia de las rutas. (I)