La propia comunidad debe solicitar el proceso
El Patrimonio Inmaterial es un tema pendiente de preservación
Tras la declaración de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1978, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la ciudad ha trabajado mucho en la preservación de sus bienes materiales.
En los últimos 4 años, por ejemplo, el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) invirtió $ 120 millones, incluyó en el inventario patrimonial a 4.286 inmuebles e intervino más de 3.394 casas coloniales. Por ello, se sigue considerando al casco colonial como el más grande y mejor conservado centro histórico de América Latina.
Sin embargo, poco o nada se ha hecho por la conservación del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la ciudad y del cantón.
De hecho, no existe declaración como PCI de ninguna expresión cultural popular originaria del Distrito Metropolitano en los registros tanto del IMP como del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).
Lo que más se acerca a ello fue la declaratoria por parte del Municipio del tradicional dueto musical Benítez y Valencia como Patrimonio Intangible capitalino. Esto ocurrió el 26 de noviembre de 2010.
La Unesco cataloga como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) a “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este PCI se trasmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno y su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles sentimientos de identidad”.
Laura González, directora de inventario del INPC, señaló que si no existe una declaratoria de PCI en el Distrito, en general, y en Quito, de manera específica, es porque las comunidades, que son las encargadas de presentar las peticiones, no lo han hecho. También señaló que en la institución ningún proyecto se encuentra en estudio, análisis o investigación.
González añadió que, a su juicio, podría entrar en la lista de PCI de Quito el pensamiento y la obra de Eugenio de Santa Cruz y Espejo.
Según el listado del INPC, en el país existen 13 expresiones culturales declaradas como PCI, pero desde el año 2009 no ha existido ningún proceso de este tipo porque, según el organismo, varias solicitudes respondían a intereses políticos.
Alcira Sandoval, especialista responsable del sector cultural de la oficina de la Unesco-Quito, señaló que el PCI es determinado por la comunidad dependiendo del uso social que tenga dicha representación, más no por un gobierno. Aunque estos sí tienen la responsabilidad de crear políticas de salvaguardia.
Según funcionarios del INPC, una de las expresiones culturales que pertenece al Distrito que podría ser declarada como PCI es la Yumbada de Cotocollao. Para Alfonso Ortiz Crespo, cronista de la ciudad, el Arrastre de Caudas, rito que se efectúa durante la Semana Santa podría ser parte también de la lista de PCI de Quito, al igual que otras fiestas religiosas que se efectúan especialmente en las parroquias rurales del Distrito. Estas tienen que ver, sobre todo, con procesiones y romerías que se desarrollan en diversas épocas del año.
Manuel Gómez, danzante e integrante de la Yumbada de Cotocollao señaló que por el momento no se continúa con la iniciada solicitud de declaratoria como PCI de esa expresión cultural. El hombre comentó que una de las preocupaciones que tiene la comunidad sobre el tema es acerca de si la declaratoria institucionalizará la Yumbada, eliminando su parte creativa y estableciendo una forma única de celebrarla; adicionalmente, sus participantes se cuestionan si deben dejar en manos del Estado la defensa de esta expresión cultural.
Rafael Camino, director del Ballet folclórico Nacional Jacchigua, señaló que su grupo recuperó varias danzas tradicionales de la ciudad, las que —según Camino— podrían ser parte de la lista de PCI. Entre ellas señaló la canción El chulla quiteño, la fiesta del Jueves Santo, la danza de las Cholas de La Ronda, los Santos Inocentes, entre otras.
El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) no es responsable de declarar a una expresión cultural como PCI, pues no tiene las bases jurídicas para ello. Únicamente el INPC puede, como organismo gubernamental encargado, ejecutar ese procedimiento.
El Cronista de la ciudad comentó que, sin embargo, el IMP puede apoyar la gestión de la comunidad en aspectos como investigación, estudio y documentación para solicitar una declaración. Añadió que las comunidades necesitan más apoyo para realizar procesos de investigación de sus expresiones.
El IMP señala, por su parte, que “de acuerdo con las atribuciones constantes en el Cootad debe registrar, investigar y gestionar la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial a través de la participación comunitaria”.
“La salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) no responde única o necesariamente a los instrumentos legales convencionales, sino a procesos que incluyen la efectiva participación de los grupos y comunidades involucrados desde la identificación de su patrimonio hasta la definición de acciones de salvaguardia”, finaliza un comunicado de la institución municipal.
Datos
El patrimonio cultural material comprende monumentos, edificaciones, colecciones de objetos, templos, museos, espacios públicos y otros elementos similares.
La Constitución es el marco legal en torno al Patrimonio Inmaterial (PCI) y también la Ley de Patrimonio Cultural. Además, las políticas concernientes al patrimonio inmaterial están establecidas en el Plan del Buen Vivir.
El Ecuador ha emprendido varias acciones de salvaguardia del Patrimonio Inmaterial. Por ejemplo, en 2008 ratificó ante la Unesco la protección al Patrimonio Inmaterial y declaró varias manifestaciones como PCI.
El Ministerio de Cultura es el organismo responsable de la conservación y salvaguardia del PCI; a través del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural gestiona los inventarios de patrimonio.
El Instituto Metropolitano de Patrimonio ha invertido $ 120 millones en su proyecto de restauración y conservación del patrimonio material en los pasados 4 años de gestión municipal.
El inventario selectivo de bienes patrimoniales cuenta con 4.286 inmuebles; la mayoría se encuentra en el Centro Histórico y zonas como La Mariscal. Pero también hay lugares de las zonas rurales.