El norte de la ciudad con el mayor índice delictivo
La seguridad ciudadana es una de las prioridades del Gobierno Central y del Municipio Metropolitano de Quito, por lo que constantemente coordinan acciones de cooperación técnica y económica.
Anualmente los capitalinos pagan una tasa por seguridad, lo que representa un ingreso al Cabildo por alrededor de siete millones de dólares, pero el alcalde de la ciudad, Augusto Barrera, revela que lo que se invierte bordea los 16 millones de dólares, en distintos aspectos como los 1.000 comités barriales, la construcción de infraestructura para la operación de la Policía Metropolitana y unidades de servicio integrado, que incluye apoyo para la Policía Nacional.
El Alcalde admite que este tema es preocupante, más aún al conocer el informe del Observatorio de Seguridad Ciudadana de la capital en donde se da cuenta de que el sector con más índice de delincuencia es el norte con el 29,8%, a diferencia de los valles que tienen índices de 3.6%.
Los sectores con mayor incidencia son: La Mariscal, La Carolina, Solanda, Iñaquito, San Roque, Rumiñahui, San Blas, Carapungo, La Ofelia, La Alameda, El Condado, Guamaní, San Juan y Conocoto.
El documento precisa que los últimos siete años en Quito, el robo con uso de la fuerza creció un 2,44 puntos, mientras que el robo sin fuerza mantiene una constante, pues este se produce en condiciones de descuido, sin necesidad de violencia.
La victimización como tal hacia las personas presentó un incremento de 5 puntos, es decir más del 20% de la población ha sido víctima de delitos con uso de la fuerza mediante agresiones y amenazas. La tercera parte de la población en la ciudad que fue víctima de un delito no denunció.
Por otro lado, la intimidación a personas con el fin de buscar favores sexuales o de otro tipo se encuentra por debajo del 2%. Mientras que el robo a vehículos se repunta en el Valle de los Chillos con 5,63%.
El observatorio de Seguridad Ciudadana registró que un 76% de delitos como asalto y hurto se comete a pie, y un 17,8% en un vehículo. Las mujeres de 25 a 39 años fueron víctimas en un 19%
Asimismo, un 8,6% de delitos se comete en calles iluminadas. La revictimización de personas en asalto sin fuerza ocupa el 70,2%, y un 60% de personas estuvo en sus domicilios en el momento del robo.
El 23,4% ha sido asaltado por tres personas pertenecientes a una banda y el 35% ha sido revictimizado en delitos de asalto y robo más de una vez.
Estas cifras motivaron un acuerdo entre el Municipio y el Gobierno para incrementar 250 nuevos uniformados, y según Barrera se aumentará igual cantidad de agentes durante los próximos seis meses.
Fernando Carrión, investigador en temas de seguridad urbana, comenta que uno de los factores preocupantes dentro del tema de victimización y revictimización es el alto grado de violencia. Esto se muestra en las agresiones que sufren las personas dentro de sus hogares al momento de un asalto, es decir, ya no importa que las personas no se opongan al robo, la violencia se impone como forma de reafirmamiento de la autoridad criminal.
La búsqueda de resultados para medir la magnitud de la criminalidad en el Ecuador se ha enfocado en el trabajo de campo. Esto permite la captación e identificación de aspectos del delito difíciles de encontrar en los registros de las instancias encargadas de receptar las denuncias, manifestó Daniel Pontón, director del Observatorio de Medios del Distrito Metropolitano.
Dijo también que la opinión y actitudes de las personas frente a los delitos muestran el nivel de inseguridad, produciendo distintos comportamientos. Actualmente se pone atención no solo al victimario sino también a la víctima.
Con esto se supera la cifra negra de la criminalidad, que está conformada por las personas que no denuncian cuando son víctimas de algún delito, concluyó.