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El Telégrafo
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Mesas de diálogo se llevan a cabo para establecer parámetros que justifiquen los nuevos valores

El Municipio y los transportistas negocian la nueva tarifa del pasaje

Los transportistas deberán capacitarse en el futuro sobre atención al usuario.
Los transportistas deberán capacitarse en el futuro sobre atención al usuario.
Foto: Carina Acosta / EL TELÉGRAFO
30 de mayo de 2017 - 00:00 - Redacción Ciudadanía

Tras 14 años en los que la tarifa del servicio de transporte público se ha mantenido en $ 0,25 en el perímetro urbano, el Concejo Metropolitano de Quito espera recibir un proyecto de ordenanza de parte de la Secretaría de Movilidad, para determinar el nuevo costo del servicio.

El documento debe incluir ciertos parámetros cuyo cumplimiento por parte de los transportistas garantice el mejoramiento del servicio. La propuesta se elabora en estos días en mesas de diálogo, en las que participan autoridades municipales, expertos en movilidad, conductores y ciudadanos.

En ellas se busca consensuar parámetros que justifiquen el incremento del pasaje en rubros que variarían según el tipo de bus, convencionales, Metro o Quitocables o una combinación de ellos.

Sergio Garnica, concejal independiente, explica que la base de las mesas es el resultado de una consultoría realizada en enero para la definición de la política tarifaria en la capital.

El legislativo local podría analizar la propuesta en dos semanas.

Entre los aspectos que deben ser modificados, según el concejal, están la atención a la ciudadanía y la implementación de un nuevo sistema de pago del servicio que sería mediante tarjetas magnéticas. La implementación de esta tecnología se discute desde 2007, pero  hasta el momento no se ha concretado.

En cuanto a la atención a los usuarios, el concejal asegura que -en lo personal- será muy enérgico al exigir verdaderas evaluaciones para este aspecto, que ya está considerado en la Ley de Tránsito, y cuyo cumplimiento no se ha exigido.

Cristóbal Buendía, presidente del Observatorio Metropolitano de Movilidad, coincide con esta postura y asegura que “bajo el modelo de servicio actual, un alza de pasajes es impensable. En el caso de que esto suceda, nosotros activaríamos todos los mecanismos de orden legal para detener esa decisión”.

Manifiesta que, sin embargo, apoya un incremento de la tarifa, “siempre y cuando se establezca un contrato de operación en donde se determinen  sanciones severas, además de controles exhaustivos del servicio”.  

Esto es necesario, ya que -a su criterio- el incremento de los pasajes solo ha considerado, hasta ahora, aspectos que benefician a los transportistas, como el costo de llantas, combustibles, mantenimiento, entre otros, “pero el interés superior de la ciudadanía por tener un servicio público digno,  eficiente, seguro, se ha dejado de lado”.

En cuanto a la superposición de rutas, una vez que el Metro inicie su funcionamiento, el concejal Garnica considera que el transporte convencional debe formar parte de un sistema integrado, donde no exista rivalidad en superficie y con la cobertura del Metro en subterráneo.

Según una encuesta privada, cerca del 30% de los 2,2 millones de viajes diarios realizados en transporte público tienen más de una etapa; es decir que los usuarios realizan más de un trasbordo para llegar a su destino, por lo que Cristóbal Buendía considera que el servicio deberá ser complementario.

La propuesta de nuevas tarifas, luego de analizar los costos de operación y mantenimiento, gastos administrativos y rentabilidad del operador, determina un valor de
$ 0,34 en la zona urbana. (I)

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