El material reciclado es la base de cincuenta pesebres
Retazos de telas viejas, papel reciclado, arcilla, harina de trigo, yeso y tintes vegetales son los materiales utilizados este año para la edificación de la muestra de pesebres que se desarrolla en el museo San Francisco del convento del mismo nombre, ubicado en el centro histórico.
La sala Fray Pedro Gocial del museo acoge la exposición denominada "La Navidad hecha arte” que está compuesta por 50 pesebres navideños. Cada año es una exhibición diferente a la anterior y estará abierta al público hasta el 8 de enero. La atención es todos los días, de 09:00 a 17:30.
La muestra se inicia con un nacimiento gigante, en donde se escenifica a José y María en la carpintería enseñando a su hijo, Jesús, el oficio de su padre. Más adelante está uno de los principales atractivos de la exposición que es la obra de la peruana, Juana Mendivil, quien trajo su muestra desde el Cusco, con la utilización de figuras de tela encolada, pasta de papa, arroz y trigo, además de piezas pintadas con pigmentos naturales recubiertas de pan de oro, plata y policromadas.
Según Pablo Rodríguez, administrador del museo, el año pasado en el mes de diciembre la muestra fue visitada por 18 mil personas, y ahora se espera la misma cantidad de visitas en esta exposición.
“Ahora la atención se centra en otros aspectos más comerciales, lo que hace que poca gente se interese por los pesebres”.
El padre Walter Verdezoto es el mentalizador del pesebre monumental que recrea a toda una ciudad. La construcción de este nacimiento le llevó tres meses. Ayer aún cinco personas ultimaban detalles en la colocación de las iluminaciones y personajes de la ciudad de Belén. La obra es recreada con retazos de telas viejas, espumaflex y arcilla.
En esta ocasión se recrea el nacimiento, pero combinado con la vida cotidiana de una ciudad, por ejemplo, hay la escena de un gato tratando de atrapar a un ratón.
Santiago Arias, de la Unidad Educativa Eloy Alfaro, fue uno de los cientos de asistentes que quedó asombrado con la ciudad de Belén. "Este nacimiento es una maravilla, un gran trabajo", dijo.
Para el padre, Walter Verdezoto, la idea es mostrar la unión del pueblo con el Niño Jesús, por ello se intentó reconstruir una ciudad con sus costumbres y tradiciones locales.
La muestra reúne pesebres de diversos géneros; todos con costumbres de varias regiones, que coinciden en relevar el nacimiento del niño Jesús. Este es el caso de Verónica Valencia, quien presentó un nacimiento con la escenificación de la Ronda, tomando en cuenta la vestimenta de trajes típicos para rescatar la vida tradicional de las comunas.
Lourdes González pertenece al taller de belenes y realizó tres pesebres, uno de ellos, la anunciación, y otro, la representación del nacimiento en las ruinas de Machu Picchu con el que intenta llamar al rescate de lo ancestral en la vida cotidiana. “Considero que el Noel sugiere el materialismo y no la construcción del entorno familiar y espiritual que evoca la época navideña”.
En 2006, el convento realizó la primera muestra con el nombre "100 belenes en Quito". En esta nueva exposición se espera que el público asista en familia, tenga un espacio de regocijo y pueda recordar el nacimiento de Jesús, según Verdezoto.
Durante todos los días de la exposición se podrá presenciar la tradicional talla de madera en vivo a cargo del maestro Pablo López. En diferentes días habrá shows.